Muerte de Michael Jackson ¿Accidente o estupidez?
Para llegar a entender si la muerte de Michael Jackson fue un accidente o una estupidez debo aclarar varios conceptos inicialmente.
Han sido varios los medios que han adjudicado la muerte de Michael Jackson por intoxicación de Demerol, el que contendrÃa Morfina.
En primera instancia debo decir que la información general es errónea, el medicamento Demerol no contiene Morfina, sino meperidina o también llamada petidina, un opiáceo sintético (el fentanilo es otro opiáceo sintético), por lo que haré una breve descripción de los opiáceos para aclarar el tema.
La morfina es un alcaloide extraÃdo de la Adormidera (Papaver somniferum) o también llamado opio. La morfina es un agonista especÃfico de ciertos receptores, capaces de producir un antagonismo de las vÃas aferentes del dolor, además de un control descendente del dolor, produciendo una analgesia central potente. Es por esta razón que se decidió llamar a dichos receptores como opioides.
Hoy en dÃa se han encontrado tres receptores de este subtipo, los que producen acciones diferentes. Se conoce además que los agonistas endógenos para dichos receptores, son entre otros; las encefalinas y endorfinas (encargadas de producir analgesia y placer).
Por esta razón, los opiáceos son llamados asà por su capacidad de unión a receptores del sistema nervioso central y periféricos que poseen este mismo nombre.
De los opiáceos se les puede clasificar según varios criterios; estructura, origen, tipo de unión al receptor, acciones etc. En este realizaremos una revisión de las diferencias más relevantes, para ilustrar mejor el error.
Según el origen de los opiáceos estos han sido clasificados en naturales (Ej, morfina), semi-sintéticos (Ej, HeroÃna) y sintéticos (Ej, el conocido Demerol,  meperidina o también llamado petidina).
Según las estructuras se puede observar las diferencias claras incluso para una persona que no conoce de quÃmica:
Y si llegamos a revisar el tipo de unión a los receptores podemos encontrar algunos datos muy interesantes, el Demerol (petidina) es utilizado principalmente en dolores agudos, con una potencia diez veces inferior a la morfina. El metabolito de esta droga (el derivado que se forma a nivel fisiológico) tiene acción convulsivante, un dato importante a la hora de una intoxicación, ya que las convulsiones ocurren por una vÃa diferente a la unión de receptores opioides.
Algunos efectos secundarios que podemos encontrar  asociados al consumo de opioides son el estreñimiento, nauseas y vómitos, sedación, deterioro cognitivo y delirios,  depresión respiratoria, mioclonias (convulsiones), retención urinaria, etc.
Es obvio que una persona que se encuentra en un estado de depresión respiratoria, que puede llegar al paro respiratorio, se puede inducir el paro cardÃaco, debido a la falta de sangre oxigenada que requiere el corazón.
La intoxicación por opioides viene presentada por la triada: depresión del sistema nervioso central, miosis y depresión respiratoria
Cuando se tiene una persona que esta con sobredosis de morfina, o de otro opiáceo, las maniobras que pueden usarse para salvaguardar la vida son las de soporte vital y utilizar un antagonista de los receptores opiáceos, de los que reconocen dos: la naloxona y la naltrexona. Es importante observar al paciente mientras se utiliza el antÃdoto (el que puede salvar la vida) ya que ocasiona un aumento brusco del dolor y reacciones de vómito, por lo que se puede llegar a una broncoaspiración y asfixia.
Sin embargo, el uso de Demerol (petidina) trae consigo acciones relevantes de mioclonias (principalmente por el metabolito norpetidina), y que el antagonista naloxona no contrarresta,  porque no se deben a activación del receptor opioide; más aún, al contrarrestar las acciones depresoras de la petidina, puede exacerbarse la neurotoxicidad de la norpetidina.
De las acciones cardiogénicas es importante destacar que la mayorÃa de los opioides no tienen efecto depresor miocárdico inotrópico ni cronotrópico (disminuir la frecuencia y fuerza del latido del corazón) salvo el propoxifeno, el demerol (petidina) y la pentazocina.
Es por lo tanto, que se puede observar que la intoxicación por morfina y demerol es diferente, por lo cual la mayorÃa de los medios se encuentra errado.
Ahora bien, respondiendo la pregunta inicial, debo señalar algunos antecedentes antes mencionados para explicar las dos posturas.
En el caso de una intoxicación por opiáceos es muy importante el tener el antÃdoto, ya sea naloxona o naltrexona, los que bloquean las acciones depresoras de los opiáceos a nivel del receptor. Si se da soporte vital a la persona intoxicada, pero no se bloquea el origen de la intoxicación, las operaciones realizadas serÃan infructuosas.
Por otra parte, el uso de Demerol en forma crónica no es muy utilizado debido a los efectos secundarios asociados, por lo que su uso es en forma aguda y con un tiempo de acción de 2-3 horas, lo que debe ser considerado a la hora de la administración.
Muchos podrÃan criticar que alguien se transforme en un adicto a estas drogas, pero no es asÃ, estas sustancias son altamente adictivas si no se regulan sus dosis.
Por lo tanto, tomando en consideración los factores mencionados, si el medicamento fue administrado por cuenta propia, serÃa una muerte accidental (por desconocimiento), pero si el administrador del medicamento fue el médico y las dosis no fueron las adecuadas y no poseÃa lo necesario para afrontar una posible intoxicación; la muerte se transforma en una gran estupidez.
Terminando este análisis, debo decir que es posible que se hayan utilizado otros medicamentos para aplacar una reacción adversa común que provoca el Demerol que es la mioclonia (generalmente se usan benzodiacepinas), por lo que una parálisis respiratoria se verÃa exacerbada. Es además una estupidez que no se hayan señalado los hechos a los paramédicos de urgencias, ya que teniendo todos los antecedentes estos podrÃan haber intentado administrar el antÃdoto una vez llegado al lugar, y la historia hubiese sido distinta. Por mi parte, le deseo un buen viaje y que descanse en paz.
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Categoría: Actualidad Médica.
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