Memoria y concentración
La memoria es un aspecto importante a la hora de que un estudiante trata de aprender. Pero ¿sabias que sólo el 20 % de los datos que han de memorizar son considerados interesantes por los estudiantes?. Para comprender todo esto a continuación te explicamos algunos de los tipos de memoria:
COMPRENSIVA: Es la que se utiliza para relacionar contenidos organizados de forma lógica. Gracias a ella se puede entender lo que se está estudiando y, por tanto, reproducirlo correctamente aunque no se usen los mismos términos.
REPETITIVA: Se refiere a la capacidad de reproducir lo más exactamente posible una información, una imagen, un sonido, etc. En este caso, la memoria actúa acumulando datos o ideas sin conexión aparente mediante la repetición mecánica, lo más literalmente posible. Es el tipo de memoria que, por ejemplo, utiliza tu hijo para aprenderse la tabla periódica de los elementos.
Por el contrario, si lo que le cuesta a tu hijo es concentrarse, aquí te damos algunos tips para solucionarlo:
- Dificultades de comprensión. Ayúdale a repasar los conceptos previos.
- Incumplimiento de objetivos. Plantéale metas a corto plazo y, sobre todo, que sean asequibles para él: si no, podría caer en el desánimo. Es decir, mejor dos páginas bien aprendidas que siete, si después no las estudia.
- Distracciones al inicio de la sesión de estudio. Dile que empiece con los ejercicios más fáciles.
- Cansancio. Ve intercalando pequeños momentos de descanso entre rato y rato de estudio. Es mejor que no memorice tras una dura actividad física.
- Aburrimiento. Para no caer en él, prográmale trabajos de distintas materias y así variará la temática.
- Pensamientos distractores habituales. Aconséjale que se ponga “avisadores” que le recuerden lo que está haciendo: notas sobre la mesa, en la pantalla del ordenador, cintas alrededor de la muñeca, etc.
- Ansiedad. No remarques siempre los resultados de los exámenes y ayúdale a concentrarse sólo en el estudio.
- Finalmente un último tip es respecto a la alimentación, la cual debe ser variada, equilibrada y ligera. Se recomienda una dieta rica en vitamina B, pan integral, hígado, cereales, fósforo y magnesio para la memoria, chocolate, legumbres verdes, frutos secos, etc.
- También se pueden tomar suplementos vitamínicos, aunque son preferibles los alimentos.
Califica este Artículo
Categoría: Reumatología.
Deja una respuesta