Reacción antígeno-anticuerpo


Proceso del sistema inmunitario en el que los linfocitos B, recubiertos de inmunoglobulina, reconocen una sustancia extraña o antígeno y estimulan la producción de anticuerpos para proteger al organismo frente a la infección. Los linfocitos T del organismo participan en la reacción antígeno-anticuerpo, pero los del tipo B desempeñan el papel clave.

Las reacciones antígeno-anticuerpo ponen en marcha el sistema del complemento, ampliando la respuesta de inmunidad humoral de los linfocitos B y causando la lisis de las células antigénicas. Las reacciones antígeno-anticuerpo implican la unión de los antígenos a los anticuerpos, para formar complejos antígeno-anticuerpo que neutralizan el antígeno tóxico, aglutinan los antígenos sobre la superficie de los gérmenes o ponen en marcha el sistema del complemento al descubrir los puntos de unión de este en la molécula del anticuerpo.

La proteína del complemento se une inmediatamente a esos puntos y hace que actúen las otras proteínas de este sistema para producir la lisis de las células antigénicas. La reacción antígeno-anticuerpo puede comenzar inmediatamente después del contacto con el antígeno o retrasarse 48 horas. Las reacciones antígeno-anticuerpo son esenciales para la respuesta inmunitaria del organismo y se precipitan por el contacto de las moléculas proteicas antigénicas con las moléculas proteicas del anticuerpo. Las reacciones antíge­no-anticuerpo se producen, y los complejos antígeno-anticuerpo se forman, cuando zonas concretas de las superficies de las moléculas antigénicas encajan exactamente en los puntos complementarios de combinación adecuados de la superficie de las moléculas de anticuerpo.

Normalmente existen concentraciones diversas de IgM, IgG, IgA, IgE e IgD durante toda estimulación antigénica. Las reacciones antígeno-anticuerpo producen normalmente inmunidad, pero también pueden producir alergia, autoin­munidad e incompatibilidad hemática fetomaterna.

En las reacciones alérgicas inmediatas, los antígenos desencadenan la producción de anticuerpos específicos que pueden circular libremente en el suero o fijarse a células concretas. La reacción antígeno-anticuerpo de la respuesta alérgica inmediata activa ciertas enzimas y produce un desequilibrio entre estas y sus inhibidores. Simultáneamente, se liberan a la circulación ciertas sustancias activas farmacológicamente, como la acetilcolina, bradicinina, histamina, gammaglobulina G y leucotaxina. La autoinmunidad impide que el sistema inmunitario distinga entre las sustancias propias del organismo y las extrañas. Hay varias teorías que tratan de explicar por qué el organismo reacciona en las enfermedades autoinmunes produciendo anticuerpos que atacan no sólo a los gérmenes invasores sino también a las células del propio cuerpo.

Existe la teoría de la dona prohibida, la de los antígenos secuestrados y la de la acción de los inmunocomplejos. Las reacciones antígeno-anticuerpo que acompañan a la autoinmunidad no se comprenden bien todavía. En la eritroblastosis fetal, la incompatibilidad entre la sangre fetal y la materna origina una reacción antígeno-anticuerpo que produce un anticuerpo que actúa contra los hematíes fetales. La incompatibilidad ABO implica una reacción antígeno-anticuerpo entre los anticuerpos maternos y las células hemáticas fetales cuando los grupos sanguíneos de madre e hijo son distintos.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Glosario Médico.




One Response to “Reacción antígeno-anticuerpo”

  1. maruuita Dice:

    Por favor necesito saber quien escribió esto y en que fecha, gracias!!


Deja una respuesta