Vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (Información para los médicos)
En la actualidad, cerca de 20 millones de personas están infectadas por el virus del papiloma humano genital (VPH) en los Estados Unidos (EE. UU.). Cerca de la mitad de las infecciones ocurren en adolescentes y adultos jóvenes entre los 15 y 24 años de edad.
El virus del papiloma humano es tan frecuente que la mayorÃa de los adultos sexualmente activos sufren de la infección en algún momento de sus vidas.
La mayorÃa de las infecciones generadas por los más de 40 tipos del VPH que infectan las superficies mucosas de las personas no presentan sÃntomas y son pasajeras. Sin embargo, algunos tipos oncogénicos pueden causar cáncer de cuello uterino y de otros tipos menos frecuentes como los cánceres anogenitales, entre los que se encuentran el de ano, pene y vulva. Otros tipos de VPH no oncogénicos pueden causar verrugas genitales y, en raras ocasiones, verrugas en las vÃas respiratorias de los niños.
Anualmente en los Estados Unidos cerca de 12,000 mujeres reciben un diagnóstico de cáncer de cuello uterino y aproximadamente 4000 mueren por causa de esta enfermedad. Cerca del 1% of de los hombres y mujeres sexualmente activos presentan alguna vez verrugas genitales.
La vacuna cuadrivalente contra el virus del papiloma humano (HPV), Gardasil®, es la primera vacuna creada para proteger contra la mayorÃa de los cánceres de cuello uterino y las verrugas genitales. Se recomienda, por lo general, administrar esta vacuna de tres dosis a niñas de 11 a 12 años de edad. La serie de vacunación puede comenzar a administrarse a partir de los 9 años de edad. Se recomienda que las mujeres, entre los 13 y 26 años de edad, que aún no han recibido la vacuna o completado todas las dosis se pongan al dÃa con su vacunación.
Esta vacuna profiláctica ayuda a la prevención de cuatro tipos de VPH: los VPH 16 y 18, que causan el 70% de los cánceres de cuello uterino y los VPH 6 y 11 que causan el 90% de las verrugas genitales. La vacuna no tiene efectos terapéuticos en las enfermedades asociadas al VPH, por lo que no sirve para el tratamiento de enfermedades o afecciones existentes causadas por el VPH.
La vacuna se elabora a partir de partÃculas no infecciosas similares al VPH (VLP, por sus siglas en inglés). No contiene tiomersal o mercurio como conservantes.
Recomendaciones sobre la administración de la vacuna contra el VPH
Se recomienda, por lo general, administrar esta vacuna a niñas de 11 y 12 años de edad. La serie de vacunación puede comenzar a administrarse a partir de los 9 años de edad. Se recomienda que las mujeres, entre los 13 y 26 años de edad, que aún no hayan recibido la vacuna o completado todas las dosis de la vacuna se pongan al dÃa con su vacunación.
Lo ideal serÃa que las mujeres se vacunaran antes de comenzar su actividad sexual, cuando podrÃan estar expuestas al VPH. No obstante, las mujeres sexualmente activas también se pueden beneficiar de la vacuna ya que pocas mujeres jóvenes están infectadas con todos los cuatro tipos de VPH contra los que protege la vacuna. Las mujeres que ya están infectadas por uno o más tipos de VPH aún pueden recibir protección contra los tipos con que no han sido infectadas. En la actualidad, no se dispone de pruebas de uso clÃnico para determinar si la mujer ha sido infectada por alguno o todos los cuatro tipos de VPH contra los que protege la vacuna.
- La vacuna contra el VPH puede administrarse a mujeres que:
- Estén amamantando.
- Tengan enfermedades agudas leves, como diarrea o infecciones menores de las vÃas respiratorias superiores con o sin fiebre.
- Han recibido resultados anormales o ambiguos a las pruebas de Papanicolaou, un resultado positivo a la prueba del VPH de alto riesgo Hybrid Capture II® o tienen verrugas genitales. Sin embargo, se debe advertir a las mujeres que los datos obtenidos en estudios no indican que la vacuna tendrá algún efecto terapéutico en las anomalÃas detectadas por la prueba de Papanicolaou, en la infección por el VPH o en las verrugas genitales.
- Están inmunodeprimidas, ya sea por motivo de una enfermedad o medicamento. Sin embargo, la respuesta inmunitaria a la vacunación y la eficacia de la vacuna pueden ser menores en mujeres inmunodeprimidas.
La vacuna contra el VPH no debe administrarse a mujeres que:
- Estén embarazadas. Aunque no se ha indicado que esta vacuna ha causado resultados adversos en embarazos o problemas en fetos en desarrollo, los datos disponibles sobre vacunación durante el embarazo son muy limitados.
- Tienen antecedentes de hipersensibilidad inmediata a la levadura o a cualquier componente de la vacuna.
- Padecen de enfermedades agudas de intensidad moderada o grave. En estos casos, las niñas o mujeres deben esperar a vacunarse hasta que se mejoren de la enfermedad.
Seguridad de la vacuna contra el VPH
Se han realizado estudios sobre la vacuna contra el VPH en miles de mujeres (de 9 a 26 años de edad) en los Estados Unidos y en muchos paÃses del mundo. Estas investigaciones indican que la vacuna contra el VPH es segura y no causa efectos secundarios graves. El resultado adverso más frecuente ha sido dolor en el sitio de la inyección, que fue una reacción frecuente pero leve.
Desde que se autorizó la vacuna, se han recibido reportes de sÃncopes después de la vacunación. El sÃncope después de la aplicación de la vacuna es más frecuente entre adolescentes. Los proveedores deberÃan solicitar a las personas que reciben la vacuna que se queden 15 minutos después de su aplicación.
La FDA y los CDC han establecido un plan detallado para vigilar la seguridad de la vacuna después de su aprobación. Para obtener más información sobre el Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS) visite vaers.hhs.gov
Eficacia de la vacuna contra el VPH y la respuesta de los anticuerpos
La eficacia de esta vacuna se ha estudiado principalmente en mujeres jóvenes (de 16 a 26 años de edad) que no han estado expuestas anteriormente a los tipos de VPH especÃficos contra los cuales está dirigida la vacuna. Estos estudios clÃnicos indicaron una eficacia de la vacuna de cerca del 100% en la prevención de precánceres de cuello uterino, de vulva y de vagina, asà como de verrugas genitales, afecciones causadas por los cuatro tipos de virus contra los que protege la vacuna. En mujeres que ya estaban infectadas por algún tipo de VPH contra el que protege la vacuna, no se previno la enfermedad causada por ese tipo de VPH en particular, pero sà se protegió contra los otros tipos de VPH para los que se usa la vacuna.
También se han realizado estudios de la capacidad inmunógena i en niñas entre los 9 y 15 años. Más del 99% de las niñas vacunadas en estos estudios generaron anticuerpos después de la vacunación. Los valores de concentración fueron más altos en estas niñas más jóvenes en comparación con mujeres de mayor edad en los estudios clÃnicos de eficacia (entre las edades de 16 a 26 años).10
Aunque es posible que la vacunación de los hombres con la vacuna cuadrivalente pueda ofrecer beneficios de salud directos a los hombres y beneficios de salud indirectos a las mujeres, actualmente no existen datos sobre su eficacia para respaldar el uso de la vacuna contra el VPH en los hombres. Se están realizando estudios de su eficacia en los hombres y en los próximos años habrá información disponible al respecto.
La vacuna ofrece un enfoque nuevo y prometedor para la prevención del VPH y las afecciones asociadas a este virus. Sin embargo, no reemplazará a otras estrategias de prevención ya que las vacunas no sirven para todos los tipos de VPH. Estos estudios apoyan la noción de que los datos sobre la eficacia de las vacunas se pueden extrapolar de una población a otra; en este caso de las mujeres adultas jóvenes (en edades de 16 a 26 años) a niñas y jóvenes (en edades de 9 a 15 años).
Duración de la protección que ofrece la vacuna
Los estudios indican que la protección que ofrece la vacuna es de larga duración. Los estudios actuales (con datos de seguimiento de cinco años aproximadamente) indican que la vacuna es eficaz durante al menos cinco años, y no hay evidencia de que la inmunidad disminuya). Esta información se actualizará en cuanto se disponga de datos adicionales relacionados con la duración de la inmunidad.
Administración de la vacuna contra el VPH
La vacuna se debe administrar en una serie de tres inyecciones intramusculares en un periodo de seis meses. La segunda y tercera dosis se deben aplicar dos y seis meses después de la primera dosis.
La vacuna puede administrarse en la misma consulta en que se aplican otras vacunaciones recomendadas para esa edad como la vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina acelular (Tdap), la vacuna contra el tétanos y la difteria (Td), la vacuna antimeningocócica conjugada (MCV4), la vacuna antigripal y la vacuna contra la hepatitis B.
Los proveedores deberÃan solicitar a las personas que reciben la vacuna que se queden 15 minutos después de su aplicación.
Las recomendaciones para que las mujeres se realicen pruebas de detección del cáncer de cuello uterino no han cambiado para quienes reciben la vacuna contra el VPH.
Cobertura del costo de la vacuna
Las niñas de hasta 18 años de edad podrÃan recibir las vacunas gratis mediante el programa Vaccines for Children (VFC) si: llenan los requisitos para recibir cobertura de Medicaid; no tienen seguro médico; o son indoamericanas o nativas de Alaska. Los médicos pueden cobrar una tarifa por la aplicación de cada dosis. Sin embargo, no se pueden negar las vacunas cubiertas en el VFC a ningún menor que cumpla con los requisitos del programa si su familia no puede pagar los honorarios médicos.
Algunas personas podrán recibir vacunas gratis o a bajo costo a través de programas estatales y privados si cumplen con los requisitos necesarios.
Los proveedores de vacunas deberán notificarles a las mujeres vacunadas que:
Es importante que reciban las tres dosis de la vacuna para obtener los beneficios máximos.
- Las mujeres todavÃa deberán someterse a pruebas periódicas de detección del cáncer de cuello uterino, a partir de los 21 años o en los tres años después de haber empezado a tener relaciones sexuales, ya que la vacuna no protege contra todos los tipos de VPH que causan cáncer de cuello uterino.
- Las mujeres deben continuar practicando abstinencia sexual o siguiendo conductas sexuales sin riesgo (como que su pareja sexual use condón), debido a que la vacuna no las protege contras las infecciones de transmisión sexual (ITS). Aunque los condones puede que no protejan del todo contra el VPH, si se usan durante cada relación sexual y en forma adecuada, sà pueden disminuir la probabilidad de que la persona contraiga el VPH y las enfermedades relacionadas con este virus.11 Además, las mujeres pueden reducir la probabilidad de contraer el VPH al permanecer en relaciones mutuamente monógamas con una pareja que no ha tenido o ha tenido pocas parejas sexuales, o al limitar el número de parejas sexuales.
Los CDC han diseñado otros recursos que pueden ser de utilidad para los proveedores de vacunas en la educación y consejerÃa de padres y pacientes jóvenes, entre los que se incluyen folletos sobre el VPH, afiches y volantes sobre la vacuna contra el VPH, información dirigida a mujeres jóvenes sobre la vacuna contra el VPH y consejos para los padres de menores que pueden recibir la vacuna.
Otras vacunas en desarrollo
En la actualidad, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) está evaluando la autorización de una vacuna bivalente contra el VPH. Esta vacuna podrÃa brindar protección contra los dos tipos de VPH (16, 18) que causan el 70% de los cánceres de cuello uterino. No protegerá contra las verrugas genitales. En estudios clÃnicos realizados en mujeres entre los 15 y 25 años de edad se ha demostrado una alta eficacia de la vacuna en la prevención de los precánceres de cuello uterino causados por el VPH 16 y 18.
Antecedentes: Prevención del cáncer de cuello uterino
En el pasado, el cáncer de cuello uterino cobró la vida de más mujeres estadounidenses que cualquier otro tipo de cáncer. Pero en los últimos 40 años, la detección generalizada del cáncer de cuello uterino mediante la prueba de Papanicolaou y el tratamiento de anomalÃas precancerosas en el cuello uterino han dado como resultado una reducción marcada de la incidencia de cáncer de cuello uterino y de su mortalidad en los Estados Unidos.13 En la actualidad, han sido aprobadas para su uso y se dispone comercialmente de nuevas tecnologÃas como la citologÃa de base lÃquida y una prueba del ADN del VPH para la detección y el tratamiento del cáncer de cuello uterino en mujeres, aunque su uso no es recomendado por todas las asociaciones profesionales médicas.
Hoy en dÃa, aproximadamente el 82% de las mujeres en los Estados Unidos se ha sometido a la prueba de detección del Papanicolaou en los últimos tres años. 14 Sin embargo, los programas de detección estadounidenses aún no alcanzan a servir toda la población de mujeres en los Estados Unidos. Se calcula que la mitad de las mujeres a quienes se les ha diagnosticado cáncer de cuello uterino nunca se habÃan hecho una prueba de detección del cáncer de cuello uterino y que un 10% no se habÃa hecho la prueba en los 5 años previos al diagnóstico.15 16 El cáncer de cuello uterino afecta de manera desproporcionada a mujeres de estratos socioeconómicos bajos, que no tienen acceso frecuente a atención médica, no tienen seguro o que son inmigrantes recién llegadas.17 18 Estos sectores de la población son los que más se beneficiarÃan de la vacunación contra el VPH.
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Categoría: Salud Pública.
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