Biopsia Renal


BIOPSIA RENAL (renal biopsy) Extracción de tejido renal para su examen microscópico, que permite establecer el diagnóstico de una enfermedad renal y contribuye a determinar la etapa en que se encuentra la enfermedad, el tratamiento adecuado y el pronóstico. La biopsia abierta, que se realiza mediante una incisión, permite visualizar mejor el órgano y conlleva menos riesgo de hemorragia; la biopsia cerrada o percutánea, que se realiza mediante aspiración de la muestra de tejido con una aguja, requiere un tiempo de recuperación más corto y el riesgo de infección es menor.

ACTUACIÓN: Antes de la biopsia es conveniente explicar al enfermo la técnica; previamente se le ha estudiado médicamente y se han realizado las pruebas de coagulación pertinentes. También se determina el grupo sanguíneo y se hacen las pruebas cruzadas, reservando dos unidades de sangre donante para una posible transfusión hasta que no existan riesgos de hemorragia después de la intervención. La biopsia abierta se suele realizar en el quirófano, aunque la percutánea puede llevarse a cabo en el departamento de radiología o en la misma habitación del enfermo. La localización del riñón se determina por r diografia, estudio con contraste o examen radioscópico se marca en la piel del enfermo con tinta para aguja d biopsia. Entonces se coloca al paciente sobre un saco d arena y una almohada blanda, de tal forma que el cuer po se arquee a nivel del diafragma, los hombros reposen sobre la cama y la columna se encuentre en posición recta. Se inyecta un anestésico local y el médico inserta la aguja de biopsia en el polo inferior del riñón, ya que esta área es la que contiene menor número de vasos renales importantes. Luego se retira la aguja rápidamente, y después de aplicar una presión constante en el lugar de la inyección durante unos 20 minutos, se coloca un vendaje compresivo; se hace girar al enfermo sobre sí mismo y se le mantiene en decúbito supino y sin que se mueva durante las siguientes 4 horas. En las 2 horas siguientes se controlan el vendaje, la tensión arterial y el pulso cada 15 a 60 minutos, y la temperatura cada 4 horas durante un período de 24. El drenaje excesivo, la disminución de la presión arterial, la taquicardia o la elevación de la temperatura deben ser comunicadas al médico. La ingesta de líquidos se fuerza al máximo que permita el estado del enfermo; se vigilan la cantidad y carácter de la diuresis, y es necesario informar al médico si aparece hematuria. El enfermo debe guardar cama 24 horas y se le aconseja que no levante peso alguno en los 10 días siguientes.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Exámenes y Equipo Médico.




Deja una respuesta