CANCER CERVICAL


CANCER CERVICAL

(cervical cancer) Neoplasia del cuello uterino que protrusa en la vagina. El extremo uteritadios, todavía curables, mediante la prueba de Papanicolau. Los factores asociados con su desarrollo son los coitos en edades precoces, la excesiva promiscuidad, las infecciones genitales por herpesvirus, la multiparidad y la mala asistencia obstétrica y ginecológica. La neoplasia cer­vical precoz suele ser asintomática, pero algunas pacien­tes presentan una secreción vaginal acuosa y ocasio­nalmente manchada de sangre; en las lesiones avanzadas existen una secreción vaginal oscura, de olor fétido con fil­traciones por fístulas vesicales o rectales, anorexia, pérdi­da de peso y dolor lumbar y de piernas. Las extensiones de Papanicolau para estudiar las células cervicales son muy importantes como técnica de exploración selectiva pe­ro el diagnóstico definitivo se basa en la exploración col­poscópica y los estudios citolágicos de muestras obtenidas mediante biopsia. Los puntos de los cuales deben obtener­se las biopsias se localizan aplicando ácido acético al 3 °/0 a la superficie del cuello para acentuar las alteraciones carac­terísticas del epitelio neoplásico o mediante la prueba de Schiller. La prueba consiste en teñir con solución de yodo las células cervicales: las normales toman una coloración marrón oscura mientras que las malignas, no productoras de glucógeno, no se tiñen. Las displasias cervicales pue­den regresar, persistir o progresar, pero el auténtico car­cinoma in situ se considera ya corno un precursor del carcinoma invasor. Aproximadamente el 90 % de los turno-res cervicales son tumores de células escamosas, menos del 10 % son adenocarcinomas y las demás son mezclas de esos dos tipos o en casos aislados, sarcomas. Los tumo­res de la superficie del cuello pueden ser grandes masas polipoides mientras que las lesiones endocíticas suelen ser pequeñas y duras; las lesiones ulcerativas pueden produ­cir grandes erosiones. El cáncer cervical invade los teji­dos de los órganos adyacentes y puede metastatizar a través de los linfáticos a puntos distantes en los pulmones, hueso, hígado, cerebro y ganglios paraaórticos. El trata­miento debende del tipo y extensión de la neoplasia, la edad de la mujer y su estado general de salud. También hay que tener en cuenta sus deseos con respecto a su fu­tura función reproductora. El carcinoma in situ puede tra­tarse mediante conización o criocirugía. Por su parte los tumores invasivos pueden tratarse con radioterapia o his­terectomía vaginal o abdominal.

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Categoría: Glosario Médico.




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