COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA


COAGULACIÓN INTRAVASCULAR DISEMINADA (dis­seminated intra vascular coagulation) Coagulopatía grave debida a la acumulación excesiva de Ios procesos de coa­gulación y anticoagulación fisiológicos en respuesta a una enfermedad o lesión, septicemia, hipotensión aguda, mor­deduras de serpientes venenosas, ciertas neoplasias, ur­gencias obstétricas, traumatismos graves o hemorragias e intervenciones quirúrgicas muy importantes. El trastorno primario inicia la coagulación intravascular generalizada la cual a su vez estimula los mecanismos fibrinolfticos; co­mo resultado de ello, la hipercoagulabilidad inicial da pa­so a una deficiencia de los factores de coagulación con hipocoagulabilidad y tendencia hemorrágica. OBSERVACIONES: El primer signo suele ser una púrpura que se extiende por todo el tórax y el abdomen como ex­presión de los depósitos de fibrina en los capilares; junto con dicha púrpura aparecen bullas hemorrágicas, ciano­sis acra y gangrena local en las membranas cutáneas y mu­cosas. También se producen grandes hemorragias en los puntos de incisiones, inyecciones o cateterizaciones y el enfermo presenta hemorragias gastrointestinales, hematu­ria, edema pulmonar, embolismo pulmonar, hipotensión progresiva, taquicardia, disminución de los pulsos perifé­ricos, inquietud, convulsiones y eventualmente coma. Los estudios de laboratorio suelen poner de manifiesto una im­portante deficiencia de plaquetas, niveles bajos de fibri­nógeno y otros factores de la coagulación, prolongación de los tiempos de protrombina y tromboplastina parcial y una morfología eritrocitaria anormal.

ACTUACIÓN: En el tratamiento de la coagulación intravas­cular diseminada lo fundamental es combatir el trastorno de base. Puede administrarse heparina IV para evitar la formación de coágulos pero, como puede potenciar la he­morragia, no siempre está indicada en los pacientes qui­rúrgicos. Para compensar la pérdida de factores se administran transfusiones de sangre total, plasma, plaque­tas y otros productos sanguíneos. El paciente debe mante­nerse en un ambiente tranquilo. Para protegerle de cara al traumatismo conviene almohadillar los barrotes laterales de la cama y realizar su higiene oral con torundas de algodón. Siempre que sea posible hay que evitar las pun­ciones y procedimientos invasivos.

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Categoría: Glosario Médico.




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