Cólera
CÓLERA (cholera) Infección bacteriana aguda del intestino delgado que se caracteriza por la presencia de diarreas y vómitos graves, calambres musculares, deshidratación y deplección de electrólitos. Se propaga a través del agua y los alimentos contaminados por las heces de personas previamente enfermas. La sintomatología la provocan sus-tandas tóxicas producidas por el organismo infectante, Vi-brio . cholerae. La diarrea es acuosa y muy profusa, pudiendo llegará alcanzar un volumen de un litro por hora, que deplecciona el organismo de líquidos y minerales. Las complicaciones más importantes son el colapso circulatorio, la cianosis, la destrucción del parénquima renal y la acidosis metabólica. La mortalidad es de más del 50 % si la enfermedad no se trata. El tratamiento debe hacerse con antibióticos por vía general, que destruyan las bacterias infectantes, y con la restitución de los líquidos y electrólitos perdidos mediante la infusión de soluciones por vía IV. Las personas que viajen a zonas en las que la enfermedad sea endémica deben vacunarse. Otras medidas preventivas son la ingestión únicamente de agua-hervida o embotellada y de alimentos previamente cocinados. V. también Vibrio cholerae; Vibrio gastroenteritis.
- EPIDEMIOLOGÍA: Delta del Ganges, SE asiático, costa de Texas y Louisiana; epidémica transportada por el agua.
- CLÍNICA: incubación en 12 – 48 h, seguidas por la aparición brusca de diarrea acuosa indolora, vómitos intensos deshidratación grave.
- DIAGNÓSTICO: colocación directa de heces en placa de agar TCBS (tiosulfato citrato sales biliares sacarosa).
- TRATAMIENTO: reposición de líquidos IV u oral (20 g de glucosa + 2,5 g de Na HCO3 + 3,5 g de NaCl + 1,5 g de KCI por litro de H20); tetraciclina, 500 mg/6 h x 2 d.
Tras haberse confirmado el primer caso de cólera en Chile, correspondiente a una persona que adquirió la bacteria en República Dominicana, es importante manejar algunos conceptos en relación a esta enfermedad.
La bacteria tiene un periodo de incubación que puede ir desde unas horas hasta cinco días y puede estar eliminándose en las deposiciones desde siete hasta 14 días, desde donde puede seguir contaminando.
Se ubica en el intestino y produce una enterotoxina que causa diarrea abundante, acuosa e indolora, con una rápida y peligrosa deshidratación que podría producir, incluso, la muerte.
Una vez confirmado, lo principal es reponer la cantidad perdida de líquidos y electrolitos, ya sea por vía oral, con sales de hidratación, o intravenosa. Además, se administran antibióticos para reducir los síntomas y evitar que la bacteria continúe contaminando si está en las heces.
El doctor Luis Miguel Noriega, infectólogo, explica que «esta bacteria se encuentra en el intestino de los pacientes que son portadores de la enfermedad y ellos la siguen eliminando a través de las deposiciones. En algunos países, estas pueden contaminar agua utilizada para regar o lavar frutas y verduras. Si la gente compra estos alimentos y no los desinfecta, puede adquirir esta patología. Lo mismo sucede con los mariscos crudos».
Los síntomas son diarrea, deshidratación, vómitos, náuseas, aumento de la frecuencia cardiaca, somnolencia y calambres. Sin embargo, muchas veces se presenta de forma moderada, con una infección asintomática o una diarrea leve, por lo que puede pasar inadvertida.
Ojo para todos los viajeros
Hay una vacuna para el cólera que se llama DUKORAL, que protege aproximadamente en un 70% de la posibilidad de adquirir la infección. Se administra en dos dosis orales separadas por 1 a 6 semanas (en niños entre 2 a 6 años requiere tres dosis). La última dosis debe ser colocada al menos una semana antes de llegar al lugar de riesgo. El uso de la vacuna no exime de las medidas higiénicas que se recomiendan a todo viajero.
La higiene es la única herramienta para erradicar estas enfermedades infecciosas.
Lavado de manos: Frecuente y prolijo, principalmente antes de manipular e ingerir alimentos y después de ir al baño.
Higiene en la alimentación: Tanto en su almacenamiento como en su preparación. Comer solo alimentos cocidos, recién preparados y calientes. No consumir carnes, mariscos o pescados crudos ni alimentos preparados por vendedores ambulantes. Evitar el consumo de frutas crudas (deben ser lavadas con agua sanitizada). Tampoco hay que mezclar alimentos limpios con sucios ni utilizar los mismos utensilios o superficies para manipularlos. No volver a congelar algo que ya se descongeló.
Agua limpia: En países con mala sanitización se recomienda no tomar agua de la llave, sino preferir agua mineral o agua previamente hervida, incluso para el aseo dental. El hielo y los jugos de fruta no envasados son de igual riesgo que el agua no sanitizada.
Al regresar de un viaje a zonas de riesgo: En caso de presentar síntomas gastrointestinales durante los primeros siete días, se debe consultar al médico e informar sobre el antecedente de exposición. En ocasiones no hay síntomas, pero se puede ser portador. En estos casos también hay que tomar medidas. Se aconseja que, en los primeros 14 días, además de las medidas higiénicas estrictas respecto del lavado de manos y alimentación, se debe mantener la taza del baño desinfectada con cloro.
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Categoría: Glosario Médico.
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