Tengo un infarto?


Ayer fue un día triste en la Triatlón de Gavà. Uno de los participantes sufrió una parada cardiaca en la prueba de natación y no pudieron reanimarlo.
A veces el cuerpo nos da sorpresas desagradables, pero otras nos avisa, hace unos años otro triatleta describió como padeció un infarto mientras entrenaba. Le dije que conservaría ese relato para ejemplo de otros deportistas y creo que hoy es una buena ocasión para recordarlo.
Hay sensaciones que no podemos negar, y si entrenamos con regularidad y competimos hay que escuchar lo que el cuerpo nos dice y tomar medidas a tiempo. Como  no, las revisiones médicas periódicas también nos ayudan a prevenir problemas de salud.
Os dejo el relato de Jorge:
Martes 01 de Agosto
A las 9:15 salgo desde Benicasim con la bici, dirección Almazora-Burriana; había quedado con Sergio para rodar suave, un par de horitas, para soltar las patas del tri de Valencia. El ritmo era cómodo y no pasé nunca de 135ppm, así que ni iba forzado y además iba bien hidratado. Llegando al puente de Almazora, de repente me noto un dolor fuerte en el cuello, me desabrocho el casco, noto frío y dolor en el pecho y se me irradia hasta los brazos. Tengo que bajar de ritmo, de 33km/h a 25 y a 20, aún así no puedo, y me paro. Me parece muy extraño que el pulso me baje de golpe de las 130ppm a 70 e incluso 60ppm, en menos de 20 segundos. Son las 11 de la mañana. La opresión es fuerte y me espero a que Sergio se de cuenta de que me he quedado y vuelva a por mí. En ningún momento pierdo la consciencia. Después de unos 5 minutos, volvemos a montar en la bici pero a mí me sigue doliendo. Me paro, vomito el desayuno y afortunadamente Sergio decide que así no podía seguir y llama a su Anita para que venga a recogerme. Me lleva a casa pero el dolor no baja, aunque se puede llevar. Como Isa estaba por el centro, decido no alarmarla y no le cuento nada. Me preparo la comida e intento pasar el dolor. Cuando Isa vuelve por la tarde, se lo cuento y me quiere llevar a urgencias. Yo le digo que se me está pasando y que lo puedo aguantar bien. No quería repetir la experiencia de hace un mes, cuando tuve síntomas similares y fuimos a urgencias, ni el electrocardiograma ni los análisis de sangre me detectaron nada, y me mandaron a casa creyendo que era ansiedad/estrés, así que me dije que no perdía otra vez el tiempo, pensando que se me iría. Llegué a casa, me hice la comida, me tomé un Nolotil y estuve paseando el dolor (paseando, porque si me quedaba quieto me dolía más) hasta que después de otra vomitera a las 9 de la noche y sin poder dormir, nos plantamos de nuevo en Urgencias donde escuchando los síntomas, enfermera Bea me coló a todos y me pasó a Urgencias a las 11:00 p.m; toma de sangre y ECG (electrocardiograma).…Al poco tiempo, y ese momento lo recordaré toda mi vida, el Doctor se me acerca muy pero que muy serio y me dice: “Te vamos a subir a Cuidados Intensivos”, nuevo acojone, y a la pregunta obvia: “qué tengo, doctor?”. Respuesta demoledora “Has sufrido un infarto de miocardio”. Y en medio de las vacaciones, menuda gracia….
El acojone real me entró cuando, después de desconectarme de los paratos de monitorización, me sacan de Urgencias (yo saludaba, la buena educación no hay que perderla “adiós, espero no tardar mucho, adiós, disculpe que no me levante,..”) y se viene un doctor conmigo llevando él mismo el Ambú (es un aparato que sirve para ayudar en la parte de la la reanimación en caso de parada respiratoria).

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Categoría: Preguntas y Respuestas.




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