FACTORES GENÉTICOS Síndromes maníacos
Son más importantes en el trastorno bipolar.
• El 20-50% de los pacientes bipolares tiene al menos un familiar de primer grado con un trastorno psiquiátrico grave, siendo el trastorno psiquiátrico que implica una mayor agregación familiar.
• En los familiares de primer grado de pacientes con trastorno depresivo mayor también aumenta el riesgo de padecer un trastorno afectivo (sobre todo depresión mayor).
FACTORES BIOQUÍMICOS.
La teoría monoaminérgica de la depresión defiende que ésta se debería a un defecto en el funcionamiento de los sistemas de neurotransmisión monoaminérgicos (sobre todo de los sistemas de serotonina y noradrenalina). La acetilcolina es el único neurotransmisor que se ha encontrado elevado en la depresión. Se han descrito síndromes depresivos producidos por fármacos colinomiméticos y síndromes maniformes causados por fármacos anticolinérgicos.
ALTERACIONES NEUROENDOCRINAS.
• Eje adrenal: No es raro que los tratamientos con corticoides o el síndrome de Cushing produzcan trastornos afectivos.
• Eje tiroideo: El hipotiroidismo (y en menor medida el hiperti-
roidismo) produce con frecuencia trastornos afectivos.
– Se ha descrito una relación entre la aparición de ciclación rápida en pacientes bipolares y las alteraciones tiroideas; un 10% presentarán anticuerpos antitiroideos y puede verse hipotiroidismo (sin relación con el tratamiento con litio) que, al corregirse, disminuye también la velocidad de ciclación.
ALTERACIONES NEUROFISIOLÓGICAS:
• Se han encontrado alteraciones de la estructura del sueño:
– Se describe un acortamiento de la latencia REM con aumento de la densidad de sueño REM durante la primera mitad de la noche y con disminución de las fases 3/4 No REM.
– Se ha usado la privación de sueño (agripnia) como tratamiento potenciador de los antidepresivos en algunas depresiones.
• Se intenta relacionar la recurrencia de las enfermedades afectivas con un fenómeno descrito en la epilepsia experimental (llamado “kindling” o encendimiento) que consistiría en una reducción de la intensidad del estímulo necesario para provocar una recaída conforme se tienen más recaídas, hasta que la enfermedad se vuelve autónoma y recae espontáneamente; así se explicaría la eficacia de los fármacos anticonvulsivantes en los trastornos afectivos recurrentes (sobre todo en trastornos bipolares).
FACTORES NEUROANATÓMICOS:
• Alteraciones estructurales (con TC y RM):
– Dilatación de los ventrículos cerebrales en depresiones graves (sobre todo con síntomas psicóticos o en el seno de un trastorno bipolar); esta alteración también aparece en la esquizofrenia.
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• Alteraciones funcionales (con SPECT y PET):
– Disminución del flujo sanguíneo en corteza prefrontal, ganglios basales y núcleos talámicos, todo ello muy en relación con la actividad de la amígdala (sistema límbico).
1.3.2 Factores psicosociales.
• Teorías psicológicas:
– Teorías psicoanalíticas: según Freud, la depresión sería consecuencia de la pérdida de una relación significativa (“objeto amado”); el enfermo dirigiría la rabia por esta pérdida hacia sí mismo (introyección) en vez de hacia el acontecimiento responsable.
– Teorías conductistas y cognitivas: según la teoría de la “indefensión aprendida” de Seligman, la repetición de expe-riencias negativas frente a las que uno no puede defenderse termina por producir en el sujeto una reacción de pasividad cercana a los sentimientos de inutilidad/desesperanza.
• Factores sociales:
– Acontecimientos vitales estresantes: suelen ser acontecimientos negativos que implican la pérdida de una relación significativa (duelo, separación) o el cambio de situación vital (jubilación, síndrome del “nido vacío”).
– La existencia de problemas de pareja y la escasez de contactos sociales (red social de apoyo).
– La relación cronológica de un acontecimiento con el inicio del síndrome depresivo es el origen del término depresión reactiva o psicógena.
> Los pacientes que presentan síntomas depresivos de intensidad leve en relación directa con un factor estresante, mejorando cuando este factor se resuelve o al conseguir adaptarse a él, reciben el diagnóstico de trastorno adaptativo con ánimo depresivo; este tipo de pacientes tiene una gravedad menor, con bajo riesgo de suicidio y sin que presenten en ellos episodios maníacos o hipomaníacos con el tratamiento antidepresivo.
> Sin embargo, la presencia o ausencia de un acontecimiento vital “desencadenante” no predice la duración, la intensidad o el tipo de síntomas depresivos; casi la mitad de los pacientes con episodios depresivos refieren un acontecimiento vital relacionado con el inicio del mismo pero en el resto no se encuentran desencadenantes y su evolución no es marcadamente diferente; la decisión de iniciar un tratamiento farmacológico no dependerá del carácter “reactivo” sino de la intensidad de los síntomas
• Personalidad previa:
– La existencia de un trastorno de la personalidad aumenta el riesgo de presentar un trastorno depresivo (no aumentan el riesgo de tener trastorno bipolar). Clásicamente se han relacionado los rasgos obsesivos de personalidad con las depresiones con síntomas endógenos/melancólicos. Las personalidades histriónicas y dependientes se relacionan con las depresiones con síntomas atípicos y con los cuadros crónicos distímico/ neuróticos. En los trastornos borderline/límites de la personalidad podremos ver una alta frecuencia de síntomas depresivos, llegando a veces a alcanzar una gravedad “mayor”.
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Categoría: Glosario Médico.
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