Lesiones traumáticas propias de la infancia


Principios generales
El esqueleto en desarrollo presenta varias peculiaridades importantes. En primer lugar, el hueso es más flexible que el del adulto, lo cual condiciona la existencia de fracturas específicas del niño (fracturas en rodete, en tallo verde e incurvaciones plásticas). En segundo lugar, las fisis o cartílagos de crecimiento son puntos débiles en los que pueden producirse lesiones específicas (epifisiólisis) y
pueden plantear problemas de diagnóstico al ser radiotransparentes y poder confundirse con trazos de fractura. En tercer lugar, la elevada capacidad de remodelación de los niños permite aceptar deformidades postraumáticas que en el adulto serían intolerables; esta gran actividad ósea acorta el tiempo de consolidación de las fracturas con respecto al adulto y convierte en prácticamente inexistente la ausencia de consolidación. Finalmente, las articulaciones de los niños toleran bien la inmovilización transitoria y casi nunca desarrollan rigidez articular. Estos últimos dos hechos se traducen en la posibilidad de tratar de forma ortopédica la mayor parte de las fracturas infantiles.

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Categoría: Glosario Médico.




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