¿Cómo controlar las pataletas?
Las pataletas son reacciones normales y esperables en los niños, surgen cerca de los dos años, cuando el niño adquiere mayor conciencia de si mismo y de sus propias motivaciones, deseos y emociones, pero no saben expresarlos verbalmente, por lo que las manifiestan a través de su conducta.
Son mas intensas entre los dos y los tres años, periodo en que los niños se ponen mas obstinados, opositores y voluntariosos, debido a que buscan mayor independencia de sus padres, más de la que sus habilidades y seguridad permiten; desconocen sus limitaciones y los riesgos.
Las pataletas pueden ser una forma de expresar rabia, su molestia ante las frustraciones, una forma de protesta, que se da cuando al niño se le ponen lÃmites a sus deseos y voluntad, o bien puede ser un método que utilizan para conseguir algo; especialmente cuando éstas son efectivas para dicho propósito.
Los niños ansiosos, enfermos, de temperamento difÃcil, que descansan o duermen poco o que viven en ambientes tensos, muy autoritarios o permisivos, tienden a tener pataletas más frecuentes e intensas. A pesar de ser reacciones normales, a los padres los desconciertan y hacen perder la paciencia. Si se manejan en forma adecuada, deberÃan ir disminuyendo en intensidad y frecuencia hacia los cuatro o cinco años; si en cambio no se controlan adecuadamente, pueden perdurar más allá de lo esperable.
Para lograr un buen manejo, lo primero es mantener la calma, no demostrar rabia,a través de retos, gritos o castigos, descontrol o desesperación (ruegos, amenazas…), ya que además de ayudar a que recuperen el control, se les entrega un buen modelo.
Los niños no hacen pataletas con intención de molestar a los adultos sino que son parte de su proceso de crecimiento, deben aprender a manejar sus emociones y como adultos debemos ayudarlos en esta tarea. Si la pataleta recién comienza, puede intentarse distraerla, cambiar su foco de atención, por ejemplo, si estás dando una orden que no quiere cumplir ofrecerle ayuda y compañÃa. Esto no significa darle en el gusto.
Los niños con las pataletas nunca deben conseguir algún beneficio, es decir, no se les debe dar dulces o algo que quieran para que dejen de llorar, ni darles demasiada atención; ya que esto hará que la conducta tienda a repetirse. Si tiene pataleta, no prestarle gran atención, no intentar calmarlos explicándoles, o pidiéndoles que reflexione.
Las explicaciones a los niños pequeños en esos momentos, más que ayudarlos, les confunde y el silencio puede ser una poderosa herramienta. Cuando estén tranquilos puedes explicárseles, en forma clara, breve y concreta porqué no puede obtener lo que desea (explicarle que las consecuencias de su conducta pueden ser riesgosas).
Puede ser útil el lÃmite con el contacto fÃsico, tomarlos tranquilamente del brazo y llevarlos a otro lugar de la casa, aislarlos un rato corto y decirles que se queden ahà hasta que se calmen (por supuesto previniendo riesgos, debe ser un lugar seguro). Si no están en casa, y están en un lugar público, tomalos de la mano, sin retarlos, y llevarlos o simplemente seguir caminando. Buscar un lugar tranquilo, con pocos estÃmulos, que tienda a tranquilizarlos y no excitarlos más, muchas veces se quedan dormidos y despiertan bien.
En este sentido, probablemente será necesario separar a las hijas, en este caso mellizas, en esos momentos. Cuando se calme, recibirla cariñosamente, sin darle gran importancia a lo ocurrido.
Si se actúa con tranquilidad, pero con firmeza, y la niña ve seguridad y decisión a no ceder, se le enseña que las pataletas no son útiles, y por lo tanto se calmará más rápido. Los lÃmites son muy importantes porque dan seguridad y disminuyen sus niveles de ansiedad.
Los lÃmites no significan castigo, si no que protegen y guÃan. Cuando se enrabie la niña por algo, validar que se enoje, es a la expresión de la rabia que hay que poner lÃmites. Por ejemplo, tranquilamente decirle que entiendes que tenga rabia, pero que no puede pegar por eso.
Es importante no ser excesivamente autoritarios ni inflexibles, hay que establecer una jerarquÃa de importancia ante sus deseos y nuestras reglas. Existen situaciones de menor seriedad, y que no conllevan riesgos para el niño, en que es bueno que pueda hacer elecciones simples, por ejemplo dejarlo elegir la ropa aunque no estemos de acuerdo.
En otras ocasiones, no podrá hacer su voluntad y si es necesario habrá que tomarlo firme pero con cariño. No podemos esperar que acepte nuestra negativa de inmediato y por eso hay que ser constante, son pocas las normas que se le ponen a los niños pequeños, pero deben ser consistentes. Siempre y todos los adultos implicados en su crianza, deben responder de igual manera ante situaciones similares. Asà los niños gradualmente logran aprender el autocontrol y a tolerar las frustraciones, que son inevitables en la vida.
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Categoría: Consejos para Mamá.
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