Anemia Inmunohemolítica por anticuerpos calientes
Constituyen del 70 al 75% del total de las inmunohemólisis, y son más frecuentes en mujeres.
Habitualmente son secundarias a otros procesos o enfermedades, tales como infecciones, procesos linfoproliferativos (fundamentalmente leucemia linfática crónica B), colagenosis (sobre todo lupus eritematoso diseminado) o fármacos (las anemias por fármacos se estudiarán posteriormente).
Los enfermos pueden presentar una clínica de hemólisis crónica o en forma de crisis hemolíticas, ocasionalmente con trombopenia autoinmune asociada (síndrome de Evans).
El mecanismo de la hemólisis es por IgG habitualmente, por lo que la mayoría de la hemólisis ocurre, conforme antes se ha explicado, en el bazo. Dicha IgG suele reaccionar con antígenos del sistema Rh.
El tratamiento debe ser el de la enfermedad de base, asociado a esteroides. Si no existe respuesta al tratamiento esteroideo, debe realizarse esplenectomía. Como tercer paso, utilizaríamos fármacos inmunosupresores como la azatioprina o ciclofosfamida (recuerda que este esquema terapéutico es similar al de la PTI). En el caso de que la hemólisis sea severa y sea preciso administrar transfusiones,
hay que tener en cuenta que dichas transfusiones serán menos rentables como consecuencia de la acción de los anticuerpos.
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Categoría: Glosario Médico.
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