ARRITMIAS VENTRICULARES


Son frecuentes los extrasístoles o latidos ventriculares prematuros (LVP). Deben corregirse los factores precipitantes (hipoxemia, acidosis, hipopotasemia, hipercalcemia, hipomagnesemia, ICC, fármacos arritmógenos). Para la profilaxis frente a las arritmias ventriculares graves valorar la profilaxis con lidocaína IV se reducirá el ritmo de la venoclisis ( 1 mg/min.) en los pacientes con ICC o hepatopatía, así como en los ancianos ( 70 años).

Indicaciones más definidas de la lidocaína: (1) más de 5 LVP aislados por minuto, (2) dobletes ventriculares o rachas de taquicardia ventricular, (y 3) LVP con «R sobre T». Si la lidocaína no suprime la ectopia ventricular, añadir procainamida IV, un betabloqueante o bretilio). La taquicardia ventricular con inestabilidad hemodinámica requiere cardioversión inmediata.

Las arritmias ventriculares en la fase aguda del IAM pueden ser:

a) Primarias. Ocurren sin que haya signos de insuficiencia cardíaca y generalmente aparecen en las primeras 24 horas. Es importante el hecho de que no se asocian a peor pronóstico a largo plazo

b) Secundarias. Son secundarias a un fallo del VI y suelen ocurrir más allá de las primeras 24 horas. Estas sí que se asocian a un peor pronóstico a largo plazo, y cuando aparecen, está indicada la realización de un estudio electrofisiológico.

– Extrasístoles ventriculares. Son muy frecuentes en el seno del IAM. En el pasado estaba indicado el tratamiento si eran polimórficas, sintomáticas o muy frecuentes. Actualmente sólo está indicado el tratamiento, con beta bloqueantes, cuando son sintomáticas
– Taquicardia ventricular sostenida. Si produce deterioro hemodinámico, está indicada la cardioversión eléctrica. Si no, puede intentarse primero el tratamiento con amiodarona, procainamida, o lidocaína
– Torsade de pointes. Suele aparecer por problemas coincidentes (hipoxemia, hipopotasemia, utilización de algunos antiarrítmicos).

– RIVA (ritmo idioventricular acelerado). La frecuencia ventricular en este caso es entre 60 y 120 por minuto. Tiene las características de una TV. El RIVA es especialmente frecuente en los IAM inferoposteriores y se asocian frecuentemente a bradicardia sinusal. Generalmente, el RIVA es un signo de reperfusión. El RIVA no se asocia a mal pronóstico y no requiere tratamiento Suele ser asintomático y autolimitado.
– Fibrilación ventricular. Debe tratarse de entrada con cardioversión eléctrica. Es la causa más frecuente de muerte extrahospitalaria en el contexto del IAM.

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Categoría: Cardiología.




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