ARTERIOSCLEROSIS DE LAS ARTERIAS PERIFÉRICAS
HISTORIA. Claudicación intermitente es la aparición de calambres musculares con el ejercicio; se alivia rápidamente con el reposo. El dolor en nalgas y muslos sugiere enfermedad aortoilíaca, el dolor en los músculos de la pantorrilla implica arteriopatía femoral o poplítea. La obstrucción arteriosclerótica más avanzada ocasiona dolor en reposo; pueden producirse úlceras dolorosas en los pies (indoloras en los diabéticos).
EXPLORACIÓN FÍSICA. Pulsos periféricos disminuidos, palidez con la elevación del miembro afectado, rubor (enrojecimiento), declive. Puede haber úlceras o gangrena isquémica de los dedos de los pies.
LABORATORIO. La ecografía Doppler de los pulsos periféricos antes del ejercicio y durante el mismo localiza las estenosis; solamente se realiza arteriografía con contraste si se planea una cirugía reconstructora.
TRATAMIENTO. La mayoría de los pacientes pueden tratarse médicamente con un programa de ejercicios diarios, cuidado meticuloso de los pies (especialmente en diabéticos), dieta pobre en colesterol y en grasas saturadas y desbridamiento local de las ulceraciones. Es obligatorio el abandono radical del tabaco. Los pacientes con claudicación intensa, dolor en reposo o gangrena son candidatos para una cirugía reconstructora arterial; en pacientes seleccionados puede realizarse angioplastia transluminal percutánea.
Otros procesos que alteran el flujo arterial periférico:
1. Embolia arterial Debida a un trombo o una vegetación en el corazón o la aorta o, paradójicamente, a un trombo venoso a través de una comunicación intracardíaca derecha – izquierda. Historia: Dolor o entumecimiento brusco en una extremidad en ausencia de historia previa de claudicación. Exploración física: Ausencia de pulso, palidez y disminución de la temperatura de la extremidad distalmente a la oclusión. La lesión se identifica por angiografía y requiere anticoagulación inmediata y embolectomía quirúrgica.
2. Trastornos vasoespásticos Manifestados por el fenómeno de Raynaud, en el que la exposición al frío ocasiona una respuesta del color en tres fases: palidez de los dedos, seguida por cianosis y, a continuación, enrojecimiento. Por lo general, es un trastorno benigno. Sin embargo, debe sospecharse una enfermedad subyacente (p. ej., esclerodermia) si se produce necrosis tisular, si la enfermedad es unilateral o si aparece después de los 50 años. Tratamiento: mantener calientes las extremidades; los antagonistas del calcio (nifedipina, 1040 mg PO/ 6 – 8 h) pueden ser eficaces.
3. Tromboangitis obliterante (enfermedad de Buerger): Ocurre en varones jóvenes muy fumadores y afecta tanto a las extremidades superiores como a las inferiores; se produce una reacción inflamatoria no ateromatosa en las venas y arteriolas que da lugar a tromboflebitis superficial y obstrucción arterial con ulceración o gangrena de los dedos. Es esencial la abstinencia del tabaco.
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Categoría: Glosario Médico.
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