Delirium


SINÓNIMOS.

Reacción exógena (Bonhoeffer), síndrome orgánico cerebral agudo, psicosis sintomática, síndrome confuso-onírico, estado confusional, síndrome confusional agudo.

CONCEPTOS.

Deterioro agudo y global de las funciones superiores. Su dato más característico es el deterioro del nivel de conciencia. Su inicio es brusco (horas o días) y su curso fluctuante y autolimitado, pudiendo en ocasiones persistir déficits cognitivos residuales

Existe una disfunción cerebral generalizada. En el EEG vemos enlentecimiento difuso (ondas theta y delta), que se correlaciona con la severidad del cuadro.

Se encuentra en el 5-15% de los pacientes ingresados en un hospital general (20-30% en unidades de cuidados intensivos post-quirúrgicos). Están predispuestos los pacientes con baja reserva cerebral (Alzheimer, edad avanzada, niños).

MUY IMPORTANTE

Las únicas indicaciones claras de las anfetaminas son la narco­lepsia y el trastorno por déficit de atención.

ETIOLOGÍA.

Suele ser multifactorial. Las causas más frecuentes son extracere­brales.

CLÍNICA.

Está muy influida por la personalidad del paciente. Cursa con descenso del nivel de conciencia e inatención, con respuestas exageradas ante estímulos bruscos. Es típica la inversión del ciclo vigilia/sueño (somnolencia diurna, empeoramiento nocturno).

Al principio sólo se detectan dificultades de atención, concentra­ción y desorientación (temporal al inicio, luego espacial). Conforme se agrava, se desestructura el pensamiento (incoherente, enlentecido, de contenidos con frecuencia delirantes (persecutorios), transitorios y no sistematizados) y la percepción (ilusiones y alucinaciones visua­les, escenográficas y fantásticas; en ocasiones, también auditivas o táctiles

El estado de ánimo del paciente oscila entre lo ansioso (con des­personalización/desrealización) y lo depresivo, pudiendo parecer lábil, perplejo o asustado.

Es frecuente el déficit de memoria, con distorsiones (paramne­sias) y amnesia lacunar del episodio.

La conciencia de enfermedad suele ser escasa.

Se diferencian 2 patrones según la alteración de la conducta (en cualquier caso, es repetitiva y sin finalidad):

1)     Agitado: hiperactividad, irritabilidad, agitación, inquietud, hipe­rreactivo, síntomas psicóticos, con hiperactividad simpática.

2)     Estuporoso: letargo, inhibición, inactividad, lentitud, lenguaje escaso, perseveración, no psicosis, sin síntomas “vegetativos”; recibe también el nombre de “síndrome confusional agudo”.

En ambos casos hay que hacer un diagnóstico diferencial con causas psiquiátricas de agitación o estupor (manía, depresión, trastornos psicóticos, ansiedad)

TRATAMIENTO.

El abordaje debe ser etiológico, estudiando su posible causa y tra­tamiento específico.

La contención de la conducta incluye la prevención de posibles lesiones (auto o hetero), la facilitación de la orientación temporoes­pacial y modificaciones del entorno para convertirlo en familiar y evitar la sobreestimulación tanto como la infraestimulación.

La medicación sedante cumple un papel puramente sintomático. Se prefiere el haloperidol (i.m. o i.v.), al tener un perfil “somático” muy favorable; los neurolépticos sedantes (clorpromacina) tienen más riesgo de hipotensión y convulsiones; se deben evitar en lo posible las benzodiacepinas (aumentan la confusión diurna), salvo para el deli­rium tremens, en el que son el tratamiento específico

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Categoría: Glosario Médico.




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