Desastres y Estudiantes: Que Podemos Hacer?


Cada vez que hay un desastre natural importante en el país, vemos como muchos jóvenes estudiantes secundarios y universitarios – no solo de carreras relacionadas con salud – se organizan para ir en ayuda de los damnificados o más precozmente socorrer a las víctimas atrapadas. No hace falta pensar solo en el 27 de Febrero pasado, o los aluviones e inundaciones cada invierno en Santiago, para recordar las casas centrales universitarias repletas de palas, estudiantes, y sacos de dormir, esperando instrucciones que no llegan u órdenes de partir que se dilatan.
Yo me pregunto que habrá pasado por las mentes de los estudiantes de las carreras vinculadas con salud en las ciudades de Concepción, Talca y porque no Santiago, inmediatamente después de ocurrido el terremoto. La variabilidad en los niveles de entrenamiento y experiencia probablemente segmentaron a los estudiantes según internos y estudiantes de primeros años. Pero aun así, yo les pregunto a aquellos internos de medicina – los próximos futuros médicos en la puerta del horno para salir – se sintieron preparados para salir a la cancha en una situación de múltiples víctimas,  trauma y tierra?
Probablemente no, y es que últimamente los estudiantes han sido considerados un estorbo – y ciertamente lo son sin una adecuada preparación y organización previa – como ocurrió por ejemplo en Toronto para la epidemia de SARS, donde los estudiantes de medicina de la Universidad de Toronto fueron enviados para la casa porque estresaban más que ayudan al staff de turno y no sabían cómo manejarse ante una situación de tal gravedad.
Pero por otro lado, las expectativas del público, de la gente, de las familias y porque no decirlo de uno también en su momento, son que con el nivel de entrenamiento y habilidades desarrolladas durante el tiempo, además del conocimiento del sistema de salud y de cómo son los procesos internos, uno pueda como estudiante tener un rol más allá que mirar el desastre desde la casa por TV.
Y es que antes era distinto. Para la pandemia de influenza en 1918 la falta de médicos hizo que se cancelaran los últimos años de internado de medicina y enfermería, haciendo que los – ex – internos salieran a trabajar como médicos, apoyando las labores del sistema de salud.   Para la epidemia de Polio del  52 también está documentado que más de 1000 estudiantes fueron contratados para apoyar las labores de anestesia, muchas veces a cargo de los pabellones y no simplemente ventilando manualmente. Pero si queremos casos mas recientes, fue inadvertido el nivel de involucramiento que tuvieron los estudiantes de medicina de la Universidad de Queensland durante el tsunami que afecto a Samoa. Pese a la falta de equipamiento, ellos ayudaron a las victimas trabajando codo a codo con el personal de la Cruz Roja, teniendo que hacer frente a situaciones de stress y emociones extremas, además de desafíos de la profesión para los cuales seguramente no estaban 100% entrenados, lo que ellos mismos definieron como “actuando con el instinto que uno desarrolla durante la escuela” .
La frase de que Chile es un país acostumbrado a los desastres naturales – y la región completa también – ya está suficientemente repetida.  Pero parece que olvidamos rápido. Estudiantes de carreras de salud pueden cumplir un importante rol en desastres – no solo naturales – pero necesitan estar capacitados y además organizados previamente a que ocurren los hechos. Si bien existen organismos profesionales que deben hacer frente a estos hechos, o se supone en vista de los últimos acontecimientos, en eventos de inmensa magnitud toda ayuda es necesaria, si está organizada. Si no está organizada se transforma en estorbo, ya que demora los procesos y consume recursos.
Los estudiantes de la salud debieran estar entrenados no solo en primeros auxilios desde los primeros años, sino que también debieran ser capaces de actuar en red y tener mecanismos de comunicación expeditos con autoridades que los transformen en una fuerza de tarea organizada y lista para actuar en caso de ser necesario. Hacer traige, dar consejos a las víctimas y familiares, organizar atención, estabilización y transporte, mantener controles de crónicos y hasta funciones medicas más complejas son parte de las posibles tareas que en caso de ser necesario los estudiantes podrían ayudar.
Todo pasa por estar organizados y preparados.
Pictures: Ues

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Categoría: Preguntas y Respuestas.




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