Doctor Mario Seguel: “Los fármacos son el tratamiento más eficaz para la depresión”
El Psiquiatra de la U. de Chile, de destacada trayectoria profesional, asegura que el aumento de personas depresivas en nuestro país se debe, entre otras cosas, a la complejidad de la sociedad actual. En la entrevista, nos cuenta la importancia del tratamiento oportuno, la relación entre trastornos del sueño y trastornos psiquiátricos y sobre las alternativas de tratamiento para este tipo de patologías.
Jazz y Bossa Nova son los dos géneros que más le gusta tocar en su saxo al doctor Mario Seguel cuando está fuera de su consulta. También disfruta de la jardinería y de trotar al aire libre, pero definitivamente es la música el pasatiempo que más lo hace vibrar. Es que este psiquiatra de la Universidad de Concepción se merece un tiempo de relajo luego de las arduas jornadas laborales en su oficina de Málaga 115.
Si bien atiende todo tipo de patologías psiquiátricas, el doctor Seguel tiene un especial interés por la relación entre los trastornos del sueño y los mentales. De hecho, fue uno de los creadores de la Sociedad de Medicina del Sueño y trabajó 10 años en el Centro de Estudios del Sueño de la Universidad Católica. Seguel confiesa que toda esta pasión fue inspirada en gran parte por su mentor, doctor Armando Roa, quien lo guió mientras realizaba su especialización en la U. de Chile. “Era una figura prominente, pero además una persona con mucha calidad y con una formación muy integral en lo humano y profesional”, comenta Seguel.
Desde entonces su trayectoria se puede calificar como exitosa y extensa, pasando por los mejores centros de psiquiatría del país y contribuyendo con estudio e investigación en el desarrollo de la especialidad. Actualmente se dedica a hacer docencia a médicos y a su consulta personal, lo que ha disminuido su ritmo, pero no sus ganas ni conocimientos. En la entrevista nos cuenta todo sobre las principales patologías psiquiátricas y sus alternativas de tratamiento tanto farmacológicas como de psicoterapia.
Doctor usted ha demostrado un especial interés por los trastornos del sueño. ¿Cómo surgió y se desarrolló en esta área?
Es un área en la cual la gente tiene muy poco interés e información a pesar de ser un problema muy prevalente. Desde muy temprano me interesó la relación de los trastornos psiquiátricos y los del sueño, sobre todo porque existe una relación directa, en términos de que los trastornos psiquiátricos determinan la aparición de muchos trastornos del sueño y viceversa. Trabajé durante mucho tiempo en el Centro del Sueño de la Universidad Católica, y después pensamos que era bueno reflotar en Chile una sociedad de medicina del sueño y lo hicimos. La idea era generar una institución que fuera lo más amplia posible, que incluyera a todos los profesionales del área de la salud, no sólo médicos y mucho menos psiquiatras, sino que también neurólogos, respirólogos, dentistas, enfermeras, kinesiólogos, etc. Ha sido muy bueno porque se ha logrado generar un gran interés.
¿Cuál es la principal relación entre los trastornos psiquiátricos y los del sueño?
Probablemente el más relevante es el insomnio. Cuando uno mira dentro de la relación con la psiquiatría se ve fundamentalmente en la depresión y los trastornos de ansiedad. Tanto es así que uno podría decir que casi el 97 o 98% de los trastornos del ánimo tienen trastornos del sueño. Asique el insomnio es lejos la causa más frecuente de patologías psiquiátricas.
Chile es uno de los países con mayor porcentaje de depresiones del mundo ¿Por qué ocurre esto?
No se sabe. Hay un dato en el mundo que dice que toda la gente que ha nacido después del año 1950 tiene un mayor riesgo de sufrir trastornos psiquiátricos, especialmente trastornos del ánimo. Tiene que ver probablemente con los niveles de complejidad de la sociedad, de exigencias que parten muy temprano, de la competitividad en el colegio, luego en el mundo universitario y laboral. También toda la adversidad social juega un rol muy relevante. Yo creo que hay un conjunto de situaciones que han hecho que la vida sea muy compleja y que cada día se hace muy difícil. Tenemos jornadas de trabajo más largas que en otros países y las compensaciones económicas son menores. Si bien nuestra sociedad crece positivamente, las diferencias internas entre las personas son muy dolorosas.
¿Y no cree que los especialistas sobre diagnostican la depresión actualmente?
Yo creo que no. Quizás cuando uno habla coloquialmente de qué es la depresión, hay un porcentaje menor de gente que no tiene. Pero creo que la apreciación es muy real y a mí me asombra cada vez que uno ve a adolecentes con cuadros depresivos que ya han evolucionado por mucho tiempo y que se empiezan a complejizar porque no han tenido un diagnóstico ni tratamiento oportuno. Y es un problema universal, no sólo en Chile. En Estados
Unidos hay aproximadamente un 30% de personas que tiene depresión clínicamente relevante y no se diagnostica. En Chile no sabemos, pero muestras cifras de pacientes con trastornos depresivos son idénticas a las de los países desarrollados. Y yo creo que no estamos todavía cercanos a un diagnóstico oportuno.
¿Cuál es el límite para recetar tratamientos farmacológicos o psicoterapias?
Afortunadamente hoy no hay ninguna discrepancia en que el mejor tratamiento es la combinación de ambos. Pero obviamente que no todas las personas pueden acceder a eso. Primero, porque no está disponible para todas las personas hacer un tratamiento de psicoterapia, a pesar de que tenemos un número creciente de muy buenos profesionales que trabajan muy bien. Entonces muchas veces la gente tiene que optar por psicoterapia o fármacos y ahí es más difícil elegir. Yo creo que la psicoterapia sola es un tratamiento muy efectivo para depresiones leves, no graves. Pero donde la depresión ya genera ausentismo laboral, limitaciones en el desempeño diario, riesgos de suicidios, trastornos del sueño o pérdida del apetito, obviamente tienen que usar medicamentos. Y probablemente hoy día los medicamentos sean el tratamiento más eficaz para la depresión. Aún así no es óptimo, pero de los tratamientos existentes hoy en día, es el mejor que hay.
¿Existe el riesgo de dependencia a los fármacos?
Cuando una persona ya ha sufrido dos o tres depresiones, probablemente el tratamiento de mantención va a tener que ser muy largo para evitar una recaída, o sino la recurrencia es muy alta. Pero si la persona tiene un primer episodio que se trata muy adecuadamente, con fármacos y psicoterapias, es probable que esa persona mejore definitivamente. Lo segundo es que muchos antidepresivos, cuando se interrumpen abruptamente generan síntomas llamados de descontinuación. Son síntomas muy mal tolerados, desagradables y se pasan mágicamente cuando la persona retoma el medicamento. Entonces ahí interpretan que se produjo un acostumbramiento. Sin embargo, hasta hoy no existe ningún dato en el mundo que demuestre que los antidepresivos generen acostumbramiento. Entonces el punto es que un tratamiento incompleto genera una recurrencia, lo que obliga a la persona a seguir tomándolos. O la interrupción abrupta genera síntomas de descontinuación que dan la sensación de tener un acostumbramiento. Pero si alguien interrumpe un analgésico o un antihipertensivo también va a suceder lo mismo.
¿Cuál es el mayor riesgo de la automedicación por problemas mentales?
Yo creo que una de las cosas mas importantes es el no diagnostico de la enfermedad. Porque si la persona inicia un tratamiento en base a lo que ha escuchado o leído, no va a seguir un criterio en términos de cuál es la dosis útil, si es el mejor medicamento y por cuánto tiempo debe tomarlo. También hay personas que se exceden. He visto algunas que llevan 15 años tomando antidepresivos por su cuenta. Entonces eso puede provocar muchos efectos colaterales que podrían haberse evitado, como por ejemplo, convulsiones, arritmias, problemas sexuales y aumento de peso excesivo, entre otros.
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Categoría: Actualidad Médica.
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