Enfermedad de Parkinson
EtiologÃa
Degeneración de neuronas dopaminérgicas de la sustancia negra. Pueden producirse sÃndromes parkinsonianos tras la utilización de tranquilizantes mayores y otros medicamentos que interrumpen las funciones dopaminérgicas (p. ej., fenotiacinas, reserpina, alfametildopa), intoxicación por CO, intoxicaciones por manganeso y otros metales pesados asà como por la utilización de drogas sintéticas ilegales. Hay casos raros tras encefalitis vÃricas o asociados a lesiones focales de la sustancia negra y del estriado.
También ocurre parkinsonismo en otras enfermedades neurológicas degenerativas (p. ej., la degeneración estriatonÃgrica, la atrofia olivopontocerebelosa y la parálisis supranuclear progresiva).
Manifestaciones clÃnicas
Comienzo entre los 40 y los 70 años con progresión crónica posterior. Entre los sÃntomas de presentación figuran el temblor, la rigidez y lentitud de movimientos, pérdida de destreza, deterioro de la escritura a mano, dificultad para levantarse de una silla o darse la vuelta en la cama y alteraciones de la marcha y de la postura. Además, puede haber sudoración excesiva y sialorrea, hipotensión ortostática, demencia sutil (en hasta un tercio de los enfermos) y depresión.
Exploración FÃsica
El temblor de reposo (47 Hz) se aprecia inicialmente en las manos y dedos (movimiento de «hacer pÃldoras») pero posteriormente puede afectar a las piernas la cara y la lengua. Puede haber además un «temblor de acción» más rápido. La lentitud y pobreza de movimientos (bradicinesia) pueden detectarse explorando movimientos rápidos (p. ej., «¡golpee mi mano!») y movimientos alternantes rápidos, la superposición del temblor a los movimientos pasivos crea una sensación de «rueda dentada» que se aprecia más fácilmente en la muñeca.
La rigidez produce resistencia al desplazamiento pasivo de los miembros. Las alteraciones posturales determinan la flexión de la cabeza y del tronco, la flexión de rodillas y codos, y deformidades posicionales de las manos. Los pacientes muestran parpadeo infrecuente con una cara fija e inexpresiva («facies de máscara») y una disminución de los movimientos espontáneos y asociados (p. ej., ausencia de braceo al caminar). Las alteraciones en la marcha se caracterizan por pasos cortos, arrastrando los pies con dificultad para el inicio y los giros, festinación y caÃdas frecuentes. Otros signos son la micrografÃa, hipofonÃa, movimientos oculares sacádicos hipométricos, babeo, sialorrea y seborrea. En casos avanzados es frecuente cierto grado de deterioro intelectual. No se produce parálisis, ni alteraciones en los reflejos, ni déficits sensitivos objetivos.
Complicaciones
En casos avanzados se presenta neumonÃa por aspiración, úlceras de decúbito y otros problemas secundarios a la inanición y la debilidad generalizada
Exploraciones complementarias
El diagnóstico se basa en la anamnesis y en los hallazgos clÃnicos tÃpicamente la TC, RNM, EEG y el LCR son normales. Los tests neuropsicológicos pueden ayudar a determinar la afectación intelectual. En algunos pacientes puede ser útil el registro de la frecuencia, ritmo y amplitud del temblor
Tratamiento
El parkinsonismo inducido por medicamentos se trata reduciendo la dosis del fármaco o administrando un anticolinérgico. Los anticolinérgicos se utilizan en el tratamiento de casos leves de enfermedad de Parkinson idiopática y para suprimir el temblor de reposo. Los bloqueadores beta (p. ej., el propanolol, 40 a 80 mg tres veces al dÃa, o el metoprolol) son útiles para el temblor de acción. También puede tener valor la primidona. En la mayorÃa de los casos la clave del tratamiento es la carbidopa/levodopa (Sinemet).
Los agonistas del receptor de la dopamina (p. ej., la bromocriptina) y la amantadina son adyuvantes útiles. Estudios recientes sugieren que el HCI de selegilina (Plurimen) con Ldeprenil (5 mg dos veces al dÃa) puede retardar el desarrollo de sÃntomas en algunos parkinsonianos. En casos de temblor incapacitante puede ser de utilidad la cirugÃa estereotáxica para inducir lesiones en el núcleo ventrolateral del tálamo.
Estudios recientes sobre la eficacia de los trasplantes de médula suprarrenal al estriado no han confirmado el entusiasmo generado por las primeras comunicaciones de respuestas favorables. Esta técnica debe considerarse aún como un abordaje experimental de eficacia no demostrada.
A los 50 años se manifiestan los primeros temblores que permiten identificar esta enfermedad que no se puede prevenir ni curar.
El Parkinson es una enfermedad degenerativa que afecta al sistema motor. Hasta el momento, no se ha determinado la causa especÃfica que gatilla su aparición ni tampoco se han encontrado factores de riesgo que predispongan a una persona a padecer este mal.
Aunque en Chile no se manejan cifras oficiales, la referencia estadounidense habla de aproximadamente 50 mil diagnósticos anuales, concentrados principalmente entre los 40 y 60 años, edad en que generalmente se manifiesta esta enfermedad.
Esta enfermedad consiste en que en el tronco cerebral existe la llamada sustancia nigra, lugar donde se encuentran las células nerviosas que contienen un neurotransmisor llamado dopamina. La dopamina es responsable de que la actividad muscular se realice de forma fluida y coordinada. En la enfermedad de Parkinson se pierden estas células nerviosas, dejando a las personas incapacitadas para realizar los movimientos corporales adecuadamente.
Signos a considerar
Se diagnostica mediante un examen neurológico clÃnico para descubrir los sÃntomas que evidencian la enfermedad.
Existen cuatro sÃntomas principales que se deben considerar. El más llamativo es el temblor, que se produce en situación de reposo, es decir, cuando la persona está quieta le tiemblan las manos, la cabeza o las piernas. Este temblor también puede permanecer durante el movimiento en algunos pacientes, dificultando tareas como escribir y comer.
Asimismo se provoca una rigidez del cuerpo, principalmente en las extremidades y el tronco. A esto se le llama aumento del tono muscular; los músculos se tensan y se resisten al movimiento, haciéndolos más lentos y difÃciles de realizar.
Otro de los sÃntomas caracterÃsticos es la bradicinesia o lentitud del movimiento. Esto hace que el paciente no pueda realizar rápida y fácilmente actividades habituales, como ir al baño o vestirse.
La persona adopta una postura inclinada hacia adelante y en flexión, sÃntoma bastante caracterÃstico de los pacientes que padecen Parkinson. Esto afecta la estabilidad y equilibrio general del cuerpo, tanto en la marcha como en reposo.
Un tratamiento integral
El tratamiento no cura el Parkinson, pero sà mejora los sÃntomas. La base del tratamiento son los medicamentos, principalmente con remedios que contienen el neurotransmisor –dopamina – que se pierde cuando se mueren estas células nerviosas.
También hay que tener en cuenta que en algunos casos pueden realizarse operaciones, fundamentalmente para controlar el temblor, pero es en una minorÃa de pacientes. Además, existen otras intervenciones como el implante de células madres en el cerebro para reemplazar las neuronas perdidas, sin embargo, este tratamiento se encuentra en etapa experimental.
Aunque cada paciente debe someterse a un tratamiento distinto según el grado de enfermedad, a todos se les recomienda hacer ejercicio, ya sea kinesiterapia o una actividad más general como caminar. La idea que se mantengan activos para mejorar los problemas de movilidad y fortalecer los grupos musculares más afectados.
Cuando el cuerpo se complica
A pesar de ser una enfermedad grave, crónica y degenerativa, el Parkinson no puede causar directamente la muerte. En algunos casos muy severos, el paciente puede quedar invalidado, sin poder caminar; también puede llevar a cuadros depresivos o de deterioro cognitivo.
Una persona puede morir por complicaciones relacionadas con la disminución de movilidad que puede llegar a la postración. Algunas de estas enfermedades son infecciones respiratorias, bronconeumonÃa, infecciones urinarias y de la piel, como las escaras u otras heridas por compresión.
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Categoría: NeurologÃa.
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