Hemoglobinuria paroxística nocturna
Aunque la enfermedad cursa con anemia hemolítica, se trata de un proceso mucho más complejo, ya que es un trastorno de la célula madre pluripotencial de la médula ósea (procesos denominados panmielopatías clonales).
Las células derivadas de esta célula madre anormal tienen como característica un exceso de sensibilidad al complemento. Dado que se afectan las tres series hematológicas, es frecuente la presencia de pancitopenia. Las células hematológicas son sensibles al complemento porque carecen de la presencia de sustancias que inhiben la acción del complemento sobre la membrana del hematíe (CD 55 y CD 59). Al faltar dicha sustancia, pequeñas activaciones del complemento, aun fisiológicas, pueden ocasionar destrucción de la membrana, no sólo de los hematíes, sino también de los leucocitos y las plaquetas. Dado que se trata de una hemólisis mediada por el complemento, si esta hemólisis es severa se acompaña de hemoglobinuria. El nombre de nocturna procede de que la crisis suele tener preferencia nocturna, ya que por la noche existe una tendencia a la acidosis que facilita la activación del complemento.
La enfermedad puede asociarse con otros trastornos de la célula madre de la médula ósea, tales como la aplasia y la leucemia aguda.
Además de los procesos hemolíticos, es característica de esta enfermedad la presencia de trombosis venosas de repetición, que aparecen en las extremidades, cerebro, venas suprahepáticas (síndrome de Budd-Chiari) o venas mesentéricas. La trombosis es ocasionada por la destrucción plaquetaria, que libera factores procoagulantes.
DIAGNÓSTICO.
Se trata de demostrar el incremento de susceptibilidad de las células hematológicas al complemento, lo cual se pone de manifiesto mediante la denominada prueba de la hemólisis ácida o prueba de Ham (MIR 98-99, 119), que es una prueba que produce activación del complemento. Otra prueba útil es el denominado test de la sacarosa, que es más sensible, aunque menos específico (también es positivo en otros trastornos como los síndromes mieloproliferativos). La citometría de flujo demuestra la ausencia de proteínas CD 55 y CD 59 (la más sensible y específica).
Debe sospecharse HPN en enfermos con hemólisis de causa poco clara, procesos que cursan con pancitopenia, o trombosis de repetición.
Como otras características, hay que recordar que los neutrófilos tienen un bajo nivel de fosfatasa alcalina (situación que también se verá en la leucemia mieloide crónica), y los hematíes una deficiencia de acetil colinesterasa.
TRATAMIENTO.
Dado que se trata de una enfermedad clonal de la célula precursora hematopoyética, la única curación posible, como en el resto de panmielopatías clonales, la ofrece el trasplante de médula ósea.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS.
Serían la hemoterapia en las crisis hemolíticas. Ocasionalmente hay respuesta con esteroides o andrógenos. El tratamiento de las trombosis se realiza fundamentalmente con anticoagulantes orales (la heparina, por ser una sustancia muy ácida, puede facilitar la activación del complemento).
En ocasiones, la hemoglobinuria crónica ocasiona deficiencia de hierro, que debe tratarse con hierro oral. Hay que saber que dicho tratamiento puede facilitar una crisis hemolítica, ya que al aumentar la formación de células sanguíneas aumenta también la hemólisis.
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Categoría: Glosario Médico.
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