INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO. CISTITIS INTERSTICIAL
La infección del tracto urinario (ITU) puede clasificarse de varias formas. Podemos hacer una división anatómica entre ITUs altas (infecciones renales o pielonefritis) e ITUs bajas (cistouretritis, prostatitis). La clasificación puede basarse también en la asociación o no de complicaciones. Una ITU no complicada es un cuadro clínico caracterizado por un síndrome miccional, acompañado o no por hematuria terminal, dolor hipogástrico y más raramente febrícula. Dentro de este grupo podemos incluir las pielonefritis no complicadas, que se presentan como cuadros febriles con hipersensibilidad en fosa lumbar, fiebre, náuseas o vómitos, y sin los factores que convierten la ITU en “complicada”: presencia de catéteres, uropatía obstructiva, reflujo vesicoureteral, anomalías anatómicas, insuficiencia renal o trasplante renal.
La reaparición de una infección tras el tratamiento puede ser debida a reinfección (germen distinto al inicial) o recidiva (mismo germen). Esta última es mucho más infrecuente que la reinfección y puede estar ocasionada por litiasis infectiva, prostatitis crónica, fístulas vaginales o intestinales, divertículos vesicales infectados, cuerpos extraños, necrosis papilar infectada y otras causas que generan un reservorio de microorganismos difícilmente eliminables con el antibiótico.
Patogénesis y etiología
Existen tres posibles vías por las que los microorganismos pueden alcanzar el tracto urinario: hematógena, linfática y ascendente. La más frecuente es la ascendente iniciada en la uretra. Por ello, probablemente es mucho más frecuente la ITU en mujeres, dado que su uretra es muy corta.
Una vez que las bacterias han alcanzado el tracto urinario, tres factores determinan el desarrollo de la infección: 1) la virulencia del microorganismo, 2) el tamaño del inóculo y 3) los mecanismos de defensa del huésped.
La mayoría de las infecciones en la comunidad están producidas por gérmenes gramnegativos, principalmente E. coli, responsable del 85% y en menor proporción Proteus, Klebsiella.. Entre los grampositivos únicamente el Staphylo-coccus saprophyticus tiene relevancia, produciendo el 10-15% de las ITUs en mujeres jóvenes. En otras ocasiones el cuadro se justifica por la presencia de uretritis causada por N. gonorrheae o C. trachomatis.
En las infecciones nosocomiales los gérmenes gramnegativos continúan siendo los más frecuentes. Si bien E. coli es el más habitual, su frecuencia desciende hasta el 50% y adquieren mayor importancia Proteus, Klebsiella, Pseudomonas, Enterobacter y Serratia. El 25% restante está ocasionado por grampositivos como estreptococos y estafilococos. Candida albicans puede aparecer principalmente en pacientes diabéticos, cateterizados o con tratamientos antibióticos prolongados.
La afectación del tracto urinario superior parece también producirse por ascenso de los gérmenes a lo largo del uréter. Se han ideado varios métodos para la localización de la infección urinaria. Entre ellos, la elevación de anticuerpos séricos frente al antígeno O, defectos transitorios de la capacidad de concentración, formación de cilindros leucocitarios, revestimiento de las bacterias por anticuerpos, o aumento de la proteína C reactiva. Normalmente estos métodos no están disponibles en la práctica clínica habitual y la diferenciación debemos basarla en los hallazgos clínicos (fiebre, dolor lumbar, escalofríos, síndrome miccional) y analítica elemental (leucocitosis, velocidad de sedimentación alta).
Diagnóstico
• Sospecha clínica.
• Análisis de orina en el que la presencia de leucocituria, nitraturia y reacción positiva de esterasa leucocitaria son sugestivas, aumentando la especificidad si se asocian las tres. En el adulto la presencia de piuria se relaciona estrechamente con la ITU, no así en el niño, en el que puede acompañar a los cuadros febriles.
• Cultivo de orina obtenida por la técnica más estéril posible. La ITU se define mediante un cultivo cuantitativo (MIR 95-96, 161). De menos a más estériles, las técnicas de recogida de urocultivo son por bolsa-colector, muestra de la parte media de la micción, sondaje uretral, siendo la más estéril la punción suprapúbica. Dado que es frecuente el crecimiento de bacterias que han contaminado las muestras, se utiliza un criterio estadístico sobre la base del recuento de colonias del urocultivo, considerando como significativo clásicamente el crecimiento de más de 105 colonias por mililitro. En determinadas circunstancias, recuentos de colonias menores pueden ser suficientes: recuentos de 103 UFC/ml en mujeres sintomáticas, más de 104 en pielonefritis clínicas o en varones, y más de 102 en muestras de cateterismos limpios o cualquier recuento si se recoge mediante punción-aspiración suprapúbica . Cifras mayores de 105 UFC/ml pueden igualmente reflejar contaminación, principalmente si crecen 2 ó más especies.
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Categoría: Glosario Médico.
One Response to “INFECCIONES DEL TRACTO URINARIO. CISTITIS INTERSTICIAL”
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muy interesante los comentarios sobre las infecciones de las vias urinarias, se prende bastante, en especial a prevenirlas. Mil felicitaciones por su página.