INTOXICACIÓN POR NEUROLÉPTICOS
Para entenderla, debemos recordar que su principal efecto es el bloqueo dopaminérgico en el sistema nervioso central. También bloquean las acciones alfaadrenérgicas, histaminérgica, muscarínicas y serotoninérgicas y poseen efecto quinidina-like sobre el corazón.
CLÍNICA.
Producen síndromes:
• Anticolinérgico, aunque paradójicamente es más frecuente la miosis que la midriasis, con piel caliente y seca.
• Hipnótico-sedante: confusión, letargia hasta el coma y depresión respiratoria.
• Extrapiramidal: temblor, discinesia, convulsiones.
Además puede haber cardiotoxicidad (hipotensión, bloqueos cardíacos y arritmias) e hipotermia. La tioridacina es especialmente cardiotóxica y hay que monitorizar al paciente 24 horas. Contraindicado en el déficit de atención.
TRATAMIENTO.
El síndrome extrapiramidal se trata con biperidén o difenhidramina. Las arritmias ventriculares con bicarbonato y lidocaína. Están contraindicados los antiarrítmicos de clase Ia.
Uno de los efectos secundarios más graves es el llamado síndrome neuroléptico maligno (también lo pueden causar otras sustancias como cocaína, litio, carbamacepina, algunos antidepresivos) se caracteriza por la combinación de graves síntomas extrapiramidales (rigidez, acinesia o discinesia), hipertermia, alteraciones autonómicas (taquicardia, labilidad de la T.A., sudoración, palidez) y cambios en el estado mental del paciente (confusión, estupor, coma) se desarrolla de forma rápida (en 24-72 horas alcanza su máxima intensidad) en rela ción con el inicio del tratamiento con antipsicóticos o con un aumento de la dosis. Asocia una mortalidad elevada (15-20%), debida al daño muscular masivo (detectable por el aumento de la CPK y otras enzimas musculares, la leucocitosis, etc.) que puede conducir al fracaso renal por mioglobinuria. El tratamiento es fundamentalmente de soporte, utilizándose la bromocriptina (agonista dopaminérgico), sobre todo en los casos leves y/o en los que la ingesta oral es posible y el dantrolene (relajante muscular directo) preferentemente en los casos graves y/o ingesta oral imposible. Si estos fármacos resultan ineficaces, se utiliza la amantadina o la TEC.
TEC. Se utiliza en:
• El síndrome catatónico.
• Coexistencia de depresión grave o de elevado riesgo de suicidio.
• Resistencia del brote a los AP (una vez comprobado el cumplimiento).
CURSO Y PRONÓSTICO.
1. Curso. Conviene estar atento a los síntomas prodrómicos de una recaída (aumento de la inquietud, agitación, depresión, insomnio), por la posibilidad de reajustar la dosis del antipsicótico y cortarla de forma rápida.
La mayoría de los pacientes tiene un curso caracterizado por recaídas más o menos frecuentes y una lenta progresión hacia el estado residual; el número de recaídas y su intensidad suele descender en la edad adulta.
No hay que menospreciar el potencial suicida de estos pacientes, que puede deberse a alucinaciones “mandatorias” (voces que les ordenan matarse), pero que con mayor frecuencia se debe a la coexistencia de depresión (depresión postpsicótica, sobre todo en la esquizofrenia paranoide), sobre todo en pacientes jóvenes, en sus primeros brotes y durante las semanas posteriores a un alta hospitalaria. El curso es más favorable en las mujeres.
2. Pronóstico. Es una enfermedad incapacitante en la mayoría de los casos. Se suele aceptar la “regla de los tercios”: 1/3 de los pacientes tiene un relativo buen pronóstico (capaces de funcionar de forma autónoma en la sociedad), 1 /3 tiene un pronóstico intermedio (con necesidad de soporte para su integración social) y 1/3 muy mal pronóstico (precisando con frecuencia recursos residenciales a largo plazo).
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Categoría: Glosario Médico.
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