Pataletas y problemas de comportamiento


Hay que tener en cuenta que las pataletas en los niños son normales. Son formas de protestar y de expresar la rabia, frustración, ansiedad, con conductas tales como llorar, gritar, tirarse al suelo, agredir o agredirse a si mismos En el siguiente artículo lee algunos consejos para enfrentar esta situación.
Hay que tener en cuenta que las pataletas en los niños son normales y esperables a esta edad. Son formas de protestar y de expresar la rabia, frustración, ansiedad, con conductas tales como llorar, gritar, tirarse al suelo, agredir o agredirse a si mismos. De pequeños no saben expresar sus sentimientos verbalmente por lo que los exteriorizan frecuentemente así. Tienden a aparecer alrededor del año y son esperables hasta alrededor de los cuatro; pero si existe un buen manejo por parte de los padres o cuidadores, estas van disminuyendo en intensidad y frecuencia hasta hacerse excepcionales hacia los cuatro o cinco años aproximadamente. Si no se manejan adecuadamente, pueden persistir, o bien pueden ser indicadoras de algún tipo de dificultad emocional, contextual o de su temperamento. Todos los niños hacen pataletas, aunque varía la intensidad y la frecuencia de éstas.

Frente a las pataletas, lo más importante es mantener la calma, no hay que perder el control, desesperarse, castigarlos, gritarles ni menos pegarles. Esto tiende a aumentar la ansiedad en los niños y les dificulta recuperar la calma. Si es posible, antes que se desencadene la reacción intensa, hay que intentar distraer su foco de atención, tomándolos, utilizando el humor para dar una orden o mostrándoles algo que para ellos sea atractivo. Como padres debemos ayudarles y enseñarles poco a poco a calmarse y a tolerar las frustraciones. Esto implica mucha paciencia, pero a largo plazo trae consecuencias positivas. Mantener la calma frente a sus reacciones les demuestra que somos protectores y contenedores en los momentos de tensión o estrés. Intenta tomarlo suavemente, pon en palabras simples lo que está ocurriendo, (por ejemplo “sé que te da rabia tener que levantarte, pero tienes que ir al jardín”), esto les va enseñando gradualmente a verbalizar lo que les pasa. No es aconsejable darle sermones o enseñarles acerca de la disciplina en los momentos de descontrol, sino que una vez que se han calmado y retomado el control. Hay que cuidar que el contenerlos, no significa darles en el gusto para que dejen las pataletas. Si el niño aprende que con esto consigue lo que quiere, la pataleta tenderá a repetirse en momentos similares. No permitas que te pegue, tómale las manos o pies suavemente pero firme y muéstrale que ese no es el modo de tratarte, ni conseguir algo positivo. Una vez que se calme recíbelo cariñosamente, sin recriminarlo. Lo más importante es ser consecuentes, reaccionar siempre en forma similar e ir gradualmente enseñándoles a calmarse e ir encontrando formas más adaptativas de expresar sus emociones.

Califica este Artículo
0 / 5 (0 votos)

Categoría: Consejos para Mamá.




Deja una respuesta