Tengo una de 10 años que quiere mandarse sola. No obedese, no quiere estudiar y es atrevida
No me queda claro si el comportamiento de tu hija tiene que ver con un estilo que viene desde hace tiempo, o bien si es algo nuevo, de la edad o una reacción que puede estar mostrando frente a alguna situación particular, o cambio en la situación de vida, conflicto de tipo familiar, etc. Pueden ser muchos los factores que nos ayuden a entender lo que le ocurre, pero a modo general, es una edad complicada por la que atraviesa tu niña. Alrededor de los 10- 12 años se observan los primeros indicios de la prepubertad; época de grandes cambios a todo nivel, tanto en lo fÃsico como en lo psicológico y social. Es una etapa de definición de la identidad, aun no son grandes, pero quieren serlo, no quieren ser mandados, buscan independencia, probar sus habilidades, sin embargo siguen comportándose como niños en muchos aspectos. Antes, la influencia más importante que tienen es la familia, pero las cosas en esta etapa cambian, comienzan a cuestionar la autoridad de los padres, las opiniones de sus amigas y del grupo de referencia comienzan a tener más peso. Se ponen rebeldes, opositores y a los adultos nos cuesta entender que las cosas han cambiado, y que la disciplina y las normas no pueden ser impuestas como antes. Ya no podemos controlarles como cuando eran niños, por lo mismo muchas veces nos ponemos más estrictos y crÃticos. La forma de imponer las normas ya no debe ser la misma que cuando eran menores, debemos aprender a dialogar con ellos, a escuchar sus argumentos y opiniones, respetar su forma de hacer las cosas, aunque no sea igual a la nuestra, llegar a acuerdos si es posible. Es importante que ella pueda darte sus argumentos, reflexionar y sentirse escuchada por ti, aun cuando no le encuentres la razón dale el espacio. A esta edad se ponen más opositores muchas veces sin muchos argumentos, solo por llevar la contra, pero es importante que nos llenemos de paciencia. Es necesario ir otorgándole poco a poco responsabilidades, si no estudia, deberá atenerse a las consecuencias, por ejemplo, si no lo hace no puede ver televisión, juntarse con una amiga, o la consecuencia que tu estimes que para ella es un costo, pero proporcional a la falta que ha cometido, y al corto plazo. Intenta no llegar a los gritos, castigos desproporcionados o sermones que son inútiles y finalmente terminan por hacer que la relación entre ambas empeore. Es importante que las normas que impongas se cumplan, que ella tenga claridad cuales son aquellas reglas familiares que deben ser cumplidas, por ejemplo que se come a tal hora, que se apaga la televisión a tal otra, etc. pero que al mismo tiempo la trates con cariño, respetando sus opiniones y dejes que ella se responsabilice de sus actos. Poco a poco puedes ir asignándole algunas tareas, que si va cumpliendo, puede tener algunas consecuencias positivas, para que no lo tome como una orden a la que pueda oponerse. No permitas que te falte el respeto, asà como tú la respetas, ella también debe hacerlo. Que sepa que con gritos o faltas de respeto no conseguirá nada, ni siquiera tu atención; por eso es fundamental que tu no se lo aguantes y que seas consistente en este sentido. Si te falta el respeto, puedes explicarle que con ese trato no podrán conversar y que cuando se tranquilice y ubique en el modo, tú la escucharás, no antes. Debes enseñarle esto con el ejemplo, es decir, debes también respetarla, no gritarle, no perder el control cuando ella se ponga difÃcil. Si están peleando, no caigas en descalificaciones, aun cuando ella lo haga. Es preferible en ese momento parar la discusión y continuar la conversación cuando ambas estén más tranquilas. Es importante además que las distintas figuras de autoridad que intervienen en la crianza de la niña no se desautoricen entre sà nunca. Lo que se promete se cumple, ya sea premio o castigo. Las consecuencias de sus conductas deben ser proporcionales entre premios/castigos con logros/faltas, y deben estar definidas antes. Es fundamental que como padres seamos consistentes en la aplicación de las normas, es decir, siempre igual. Al corregir, señalar la conducta inadecuada (no me gusta que mientas) y no criticarla a ella como persona (eres una mentirosa), para asà no descalificarla ni generar más rabia y rebeldÃa. Al corregir, es importante también no solo señalar la conducta equivocada, sino que debe mostrarse cual es la conducta acertada. Se debe exponer la razón, valor o principio que soporta la existencia de una regla. Si insiste en oponerse, no entrar en discusiones. Si tu te descontrolas, o sales de casillas, quiere decir que ella te ha dominado, es decir que consiguió lo que querÃa, por eso es central mantener la calma.
Estas son formas generales de aplicar la disciplina, pero es importante además que pasen tiempo juntas, libre de conflictos, que muestres interés real por sus cosas. Ella acudirá a ti y confiará en ti si se mantiene una relación cercana y de respeto mutuo. Si va cumpliendo con las normas, es importante que gradualmente vayas dándole más responsabilidades y libertades. Las reglas deben ser razonables y menos restrictivas según la niña madure y se haga más responsable. Los padres necesitan diferenciar que es importante y qué no lo es, mientras algunas cosas no serán nunca negociables, deberÃa existir un margen para la discusión en otras.
Como te dije al comienzo, es importante distinguir si este comportamiento es propio de la edad a la que está entrando, o esta ocurriendo algo en su vida que explique esta reacción. Si esto se mantiene, se hace muy intenso y de muy difÃcil manejo, te recomiendo consultar, pues muchas veces a esta edad se manifiestan dificultades en los jóvenes que requieren de tratamiento profesional.
Si quieres puedes volver a escribirnos dando más detalles, para asà poder guiarte más certeramente.
Espero haberte podido ayudar, mucha suerte y paciencia, que no es fácil ser padres de adolescentes.
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Categoría: Consejos para Mamá.
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