Trastorno delirante crónico o paranoia


EPIDEMIOLOGÍA.
Tiende a presentarse en sujetos de más de 40 años de edad, con ligero predominio del sexo femenino.
Se describen poblaciones de especial riesgo (sordos, inmigrantes, presos, bajo nivel socioeconómico) y una clara asocia-ción con personalidades anormales (paranoides, personalidad “sensitiva”).
No hay agrupación familiar (es esporádico).
CLÍNICA.
Es una forma poco frecuente de psicosis caracterizada por la presencia, como casi único síntoma, de un delirio bien sistematizado y monotemático, que produce una reacción emocional lógica en el paciente, pero apenas se acompaña de deterioro neuropsicológico, aunque sí social. Se inicia de forma insidiosa, sin una ruptura biográfica clara.
Clásicamente se sostenía la ausencia de alucinaciones en estos pacientes si bien en ocasiones no es fácil determinar si el paciente presenta ilusiones o si las alteraciones perceptivas van más allá (p.ej. en los delirios hipocondríacos).
Principales temas:
• De persecución (el más frecuente).
• De celos (síndrome de Otelo) se ha relacionado con el alcoholismo (celotipia alcohólica), aunque en la actualidad esta relación no se defiende.
• De enfermedad/somático (o psicosis hipocondríaca monosintomática): por ejemplo, el delirio dermatozoico senil de Ekbom (más en mujeres), que es la creencia de estar infestado de parásitos se dice que responde característicamente al pimocide (AP-t).
• De grandeza/megalomaníaco (como el de Don Quijote)
Antagonistas de múltiples receptores:
• Clozapina
• Olanzapina
• Quetiapina Antagonistas D2 + 5HT2A:
• Risperidona
• Ziprasidona Antagonistas D2 selectivos:
• Amisulpiride Antagonistas parciales D2:
• Aripiprazol
• De amores (síndrome de Clerambault o erotomanía): se da más en mujeres.
CURSO Y PRONÓSTICO.
Es crónico, siendo muy rara la solicitud de tratamiento (suelen ser personas del entorno del paciente quienes le traen a consulta por alteraciones de la conducta) y la adhesión al mismo.
A largo plazo la mitad de los pacientes se recuperan y un 20% más experimenta alguna mejoría; las formas de inicio más agudo y de corta duración, de comienzo en la juventud, en las mujeres y con presencia de factores precipitantes, sugieren mejor pronóstico. Un 30% de los pacientes no experimenta modificaciones en su delirio.
TRATAMIENTO.
Es fundamental conseguir una relación de confianza con el enfermo.
El tratamiento de elección son los antipsicóticos; debido a la poca conciencia de la enfermedad no suelen ser buenos cumplidores (usar formas depot), y además, como los efectos secundarios les provocan recelo, es conveniente usar dosis moderadas e iniciar el tratamiento con dosis bajas.
Se consigue calmar las alteraciones de conducta, que son la principal causa de ingreso. El delirio no suele desaparecer, pero sí mitigarse (encapsulación), preservándose el resto de la personalidad (escaso deterioro).

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Categoría: Glosario Médico.




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