Tratamiento con litio de los trastornos bipolares


El litio es un ión monovalente que se administra por vía oral en forma de carbonato de litio. Se absorbe completamente por el TGI y no se une a proteínas plasmáticas ni se metaboliza en el hígado (no toxicidad hepática). Atraviesa lentamente la BHE (por eso no son tan peligrosas las sobredosis puntuales, sino las intoxicaciones a largo plazo) y se elimina fundamentalmente por vía renal, reabsorbiéndose en el túbulo proximal y compartiendo en su eliminación con el sodio (lo que explica el aumento de sus niveles plasmáticos producido por la deshidratación, la hiponatremia o algunos diuréticos).

Su mecanismo de acción está poco claro. Inhibe la regeneración de PIP-2 (fosfatidil-inositol-bifosfato), reduciendo la excitabilidad neuronal, lo cual repercute en las concentraciones cerebrales de diferentes neurotransmisores (sobre todo monoaminas). Además inhibe la adenilato ciclasa, lo cual explica algunos efectos secundarios (disfunción tiroidea por interferencia con la TSH, diabetes insípida nefrogénica por interferencia con la ADH) y modifica la función de diversos canales iónicos.

 

Tiene una latencia de acción de 7-10 días por lo que en el tratamiento del episodio maníaco grave hay que dar también neurolépticos. Su eficacia y su toxicidad se correlacionan con los niveles plasmáticos (litemias). Las dosis iniciales suelen ser de 400 mg/día, y una vez alcanzada la litemia adecuada oscilan entre los 600 y los 1800 mg/día (en ancianos, suele bastar con menos de 900 mg/día).

Dado que no produce dependencia ni síndrome de abstinencia, se puede suspender bruscamente. La única contraindicación absoluta del litio es la presencia de insuficiencia renal o nefropatía grave.

El paciente debe cumplir unas mínimas precauciones para evitar la intoxicación; debe tomar en su dieta una cantidad normal de agua y sal (si toma poca, pueden aumentar los niveles plasmáticos, y si toma mucha, disminuir) (MIR 98-99, 166) y debe evitar aquellos fármacos que interfieren con la eliminación renal del litio (sobre todo diuréticos tiacídicos y AINEs). Las indicaciones son:

Efectos Secundarios

La toxicidad principal afecta a las funciones renal, tiroidea y cardíaca, además de producir alteraciones hematológicas y de ser teratogénico. Por esto, antes de iniciar un tratamiento con litio hay que realizar una serie de pruebas que se repetirán con periodicidad variable. Para un mejor control de la toxicidad conviene realizar controles periódicos de la litemia que se repetirán ante la sospecha de efectos secundarios graves.

Interacciones Farmacológicas

Intoxicación por Litio

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Categoría: Medicamentos.




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