Tratamiento Disección aórtica


El tratamiento debe ir dirigido a la disminución de la contractilidad del miocardio y de la presión arterial, para interrumpir el proceso de disección. Para ello se administran nitroprusiato y betabloqueantes intravenosos bajo control hemodinámico permanente. También se pueden emplear el labetalol o la reserpina. Están contraindicados el diazóxido y la hidralacina, ya que por ser vasodilatadores directos pueden aumentar el desgarro y propagar la disección1 CTO
En la actualidad, la cirugía urgente (mortalidad del 15-20%), tras inciar el tratamiento médico está indicada y es de elección en todos los casos de disección de aorta ascendente (tipo A), mientras que el tratamiento médico se mantiene como primera elección en las disecciones tipo B no complicadas, precisando cirugía sólo en caso de complicación El tratamiento quirúrgico consiste en la resección de la porción de aorta con el desgarro de la íntima y su sustitución por un injerto de dacron. Hay que considerar también seriamente la cirugía de urgencia si existe rotura aórtica, si se obstruye una arteria vital, si aparece una insuficiencia ventricular izquierda grave como consecuencia de la insuficiencia aórtica o si el dolor continúa y existen signos de progresión de la disección, a pesar del tratamiento médico. Como se ha dicho, el tratamiento médico es preferible en las disecciones no complicadas y estables de la aorta distal (tipo B). El tratamiento a largo plazo consiste en el control de la presión arterial, siendo necesario examen físico y Rx de tórax cada tres meses durante el primer año y posteriormente TC o RM cada seis meses para valorar la presencia de redisecciones y aneurismas localizados que puedan requerir otra operación.

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Categoría: Glosario Médico.




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