Diagnóstico clínico de Neumonía nosocomial


El diagnóstico clínico de Neumonía nosocomial se establece cuando el paciente presenta un infiltrado pulmonar nuevo o progresivo en la radiografía de tórax asociado a secreciones traqueales purulentas, combinación que suele acompañarse de fiebre, leucocitosis, deterioro de la oxigenación o inestabilidad hemodinámica. Esta definición clínica de neumonía tiene una elevada sensibilidad pero carece de especificidad dado que otros procesos patológicos pueden presentar un cuadro clínico similar.
El diagnóstico etiológico tampoco resulta fácil de realizar. Los pacientes graves presentan, a los pocos días de la hospitalización, una colonización de las vías aéreas superiores por microorganismos procedentes del ambiente hospitalario. Por tanto, el aislamiento de un patógeno potencial en las secreciones respiratorias no permite determinar si es un colonizador o el agente etiológico de la Neumonía nosocomial, a menos que se identifique un microorganismo específico como M. tuberculosis o Legionella sp. En el paciente intubado, el cultivo del aspirado a través del tubo endotraqueal tiene un elevado valor predictivo negativo en el paciente que no recibe antimicrobianos, pero su especificidad es baja. Por tanto, el valor de esta técnica queda limitado a descartar la existencia de una neumonía, en los pacientes con cultivo negativo, y a conocer el patrón de sensibilidad antimicrobiana de los patógenos aislados, en los pacientes en que se sospeche infección por microorganismos resistentes. Los cultivos cuantitativos de esta muestra pueden mejorar su especificidad. Los hemocultivos tienen gran valor diagnóstico y pronóstico pero su rendimiento es escaso, dado que son pocas las neumonías que producen bacteriemia y, en ocasiones, el origen de la misma es otro foco diferente al pulmonar. El aislamiento de microorganismos en el líquido pleural, aunque se considera muy específico, tampoco es un hallazgo frecuente en las Neumonía nosocomial. Los cultivos cuantitativos de las muestras obtenidas mediante catéter telescopado protegido (figura 17.4) y lavado broncoalveolar (LBA) muestran una utilidad diagnóstica comparable, con una elevada especificidad y una sensibilidad que varía fundamentalmente en función de la exposición reciente a antimicrobianos. La determinación del porcentaje de células que contienen organismos intracelulares (> 5%) en el examen microscópico del LBA (figura 17.5) también se considera muy específico y permite la rápida identificación de los pacientes con neumonía y del organismo causal. En la actualidad no existe una evidencia clara de que ninguno de estos procedimientos mejore el pronóstico de los pacientes con Neumonía nosocomial. El valor de los cultivos cuantitativos estaría restringido a confirmar la presencia de neumonía, a adecuar el tratamiento antibiótico en función del antibiograma y a la realización de estudios epidemiológicos que puedan servir de fundamento para el desarrollo de guías locales con vistas a optimizar el tratamiento empírico inicial.

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Categoría: Glosario Médico.




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