Diagnóstico precoz del cáncer de pulmón


Atendiendo al llamado tiempo de duplicación o intervalo de días que tarda
en dividirse en dos una célula cancerosa, el crecimiento del cáncer de pulmón se puede considerar lento. Una célula maligna alcanzará el umbral de la visión normal (1 mm de diámetro) sólo al cabo de veinte divisiones. Se precisarán otras diez divisiones más para hacerse claramente visible en la radiografía (1 cm) y otras diez más para alcanzar los 10 cm de diámetro, situación que se puede considerar generalmente terminal. El tiempo medio de duplicación varía para los distintos tumores, pudiendo oscilar entre cerca de un mes y más de medio año. Así pues, la mayor parte de la vida del tumor transcurre en la fase aún invisible (las 20 o 30 primeras duplicaciones) y un cáncer de pulmón se inicia, por lo general, unos 10 años antes de ser diagnosticado. Un menor tiempo de duplicación quizá sea una de las explicaciones de la agresividad clínica de los cáncer de pulmón diagnosticados en personas jóvenes.
El cáncer de pulmón es, pues, una enfermedad silente y la mayoría de los casos se diagnostican cuando la enfermedad está en un estadio avanzado, sin posibilidades de resección quirúrgica. Por tanto, parece razonable pensar que el diagnóstico precoz puede ser una estrategia útil en esta enfermedad. Paradójicamente, todos los estudios aleatorizados que se realizaron en los años 70 empleando citología de esputo y radiografía de tórax como métodos de cribaje, no pudieron demostrar una reducción significativa de la mortalidad por cáncer de pulmón. De acuerdo a lo dicho anteriormente, cuando se detecta un nódulo pulmonar en la radiografía simple de tórax, el tumor tiene más de mil millones de células y, muy probablemente, ya se ha producido una invasión del epitelio bronquial y del endotelio vascular. La tomografía axial computarizada (TAC) y la TAC helicoidal, sin embargo, pueden detectar, en períodos de tiempo muy cortos y con bajas dosis de radiación, nódulos de tan sólo 1-5 mm de diámetro. La tomografía emisora de positrones (PET) proporciona una información metabólica y fisiológica adicional, lo que supone un nuevo avance en la evaluación de lesiones pulmonares y mediastínicas. También se han producido avances tecnológicos en la endoscopia respiratoria. Mediante el empleo de sistemas fotodinámicos láser se pueden diagnosticar lesiones premalignas o carcinomas in situ que, habitualmente, pasan desapercibidas. Finalmente, dado que las células preneoplásicas contienen varias alteraciones genéticas moleculares idénticas a algunas de las encontradas en células cancerosas (pérdida de alelos en distintos loci, sobreexpresiones, desregulaciones de myc y ras, mutaciones de p53, aneuploidias de ADN, etc.), se han desarrollado diversos anticuerpos monoclonales capaces de detectar la sobreexpresión de proteínas tumorales (hnRNPs) y nuevas técnicas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) que permiten identificar marcadores moleculares del tumor en distintas muestras biológicas, con una enorme utilidad potencial en el diagnóstico precoz y cribaje poblacional del cáncer de pulmón.

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Categoría: Glosario Médico.




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