Doping, primera parte: ¿Ganar a cualquier precio?
Pese a que la palabra doping era conocida, pocos se preocuparon de explicar qué significaba, por lo qué los atletas siguieron cayendo en el mismo pecado.
Quién podía dudar de la capacidad deportiva de Denisse van Lamoen. Siete medallas, seis de oro y una de plata, catapultaban la actuación de la arquera chilena en los Juegos ODESUR de Brasil, al sitial de hazaña. Su intervención fue tan destacada que permitió ubicar a la delegación chilena en el cuarto puesto de la competencia, cuando todos los pronósticos auguraban un paso sin pena ni gloria por las tierras cariocas.
Por lo mismo la noticia fue inesperada. La deportista chilena arrojó positivo en las pruebas de dopaje, por lo que el Comité Olímpico de Chile solicitó rápidamente la realización de dos contramuestras que permitieran verificar los primeros resultados. El positivo apareció de nuevo en los exámenes.
El 10 de septiembre de 2002, el Comité Organizador de los Juegos ODESUR, decidió quitarle todas las medallas a la deportista. La decisión estaba plenamente fundada: las dos muestras B habían confirmado el doping positivo de Van Lamoen. La atleta, según el informe, había consumido un remedio para el control del peso, medicamento que contenía sustancias derivadas de anfetaminas. Específicamente, el documento consignaba que en la orina de la arquera se habían encontrado metabolitos de etilanfetamina.
Una vez más el Lema Olímpico «Citius, Altius, Fortius» , Veloz, Alto y Fuerte, era alcanzado gracias a sustancias prohibidas. El dopaje volvía a ser protagonista de las crónicas deportivas. Aunque la palabra doping circulaba de boca en boca como si se hablara del clima, pocos se preocuparon de explicar qué significa exactamente el doping, por qué los atletas, que arriesgan las penas del infierno, siguen cayendo en el mismo pecado, y cuáles son los riesgos para la salud de quienes consumen estas sustancias prohibidas.
Los primeros registros de doping en la alta competencia datan de 1805 cuando se comenzó a usar la cafeína en la natación, el atletismo y el ciclismo. En 1865, un grupo de nadadores que competían en los canales de Ámsterdam fueron acusados de consumir sustancias que mejoraban su rendimiento. También en esta época, apareció la primera evidencia de dopaje entre los ciclistas. En 1869, los entrenadores de estos deportistas le administraban a sus pupilos una mezcla de heroína y cocaína llamada «speedball»para aumentar la resistencia de los corredores. Diecisiete años después, ocurriría la primera muerte de un ciclista en plena competencia, por el uso de drogas.
A pesar de que en esa época, las nacientes organizaciones deportivas ya comenzaban a tomar cartas en el asunto, el problema, lejos de solucionarse, fue aumentando en intensidad y número de casos. La lucha descarnada por obtener buenos resultados, comenzaba a pasar lentamente de los entrenamientos y estadios, a los laboratorios químicos. La masificación del uso de sustancias prohibidas generó una carrera desleal por ganar a cualquier costo. Cada día aparecían sustancias nuevas, más puras y difíciles de detectar.
Aunque en la actualidad los test antidoping son bastante modernos y precisos, por lo que resulta difícil vulnerar estos exámenes. Aún así, el asunto del doping sigue siendo un tema vigente en el mundo del deporte y la salud, por que en muchas ocasiones el costo de ganar ha sido pagado no sólo con sanciones y castigos. Eso sería lo de menos. El problema es que son varios los ataúdes y las secuelas que certifican el pago de esta deuda de triunfo.
¿Qué es eso llamado doping?
Según el Comité Olímpico Internacional (COI), el doping puede ser definido como la «utilización de un artífice (sustancia o método) potencialmente peligroso para la salud de los atletas y/o capaz de mejorar los resultados, o la presencia en el organismo del atleta de una substancia o la prueba de la aplicación de un método que figura sobre una lista adjunta al Código antidopaje del Movimiento olímpico».
La Agencia Mundial Antidoping (AMA), organismo creado por el COI en noviembre de 1999 para luchar contra este problema, señala con total claridad que además de su efecto sobre la competencia, el doping es responsable de graves daños y trastornos en la salud de los atletas, pues el consumo de ciertos fármacos o la práctica de algunos procedimientos, en forma abusiva, permanente y sin ningún control médico, involucra un riesgo manifiesto para el cuerpo.
Por lo mismo, el Código Mundial Antidoping, elaborado por esta agencia señala que los controles de dopaje no sólo tienen por objeto determinar si un deportista ha mejorado su rendimiento en base a drogas, sino que también proteger la salud de los implicados y prevenir daños que pueden llegar a ser irreversibles.
Como el tema del doping transita a veces por un camino no muy claro, donde no siempre queda claramente establecido cuándo un atleta recurre a esta práctica para mejorar su rendimiento y a través de qué elementos lo hace, la AMA elaboró una lista de fármacos y métodos vedados, que está incluida en el Código Mundial Antidoping. La clasificación de los fármacos, según señala textualmente la institución se realizó sobre la base de consideraciones científicas y médicas. Además, el documento consigna los efectos que estas drogas provocan y por qué pueden ser peligrosas.
Los primeros antecedentes sobre el registro de sustancias prohibidas que rige en la actualidad, se remontan a 1986. Entonces, el COI a través de su Comisión Médica, elaboró una lista de sustancias y métodos que se consideran incompatibles con la práctica deportiva. Desde entonces, esta referencia es anualmente actualizada por la AMA, de manera que cada 1° de enero se publica el informe de sustancias que regirá por los próximos 365 días. La denominada lista negra del deporte se distribuye de la siguiente manera:
1.- Drogas Prohibidas
Estimulantes: fenilpropanolamina, cafeína, anfetaminas, efedrina y cocaína, entre otros.
Narcóticos: heroína y morfina, entre los más usados.
Agentes Anabolizantes: nandrolona, metenolona y clostebol son algunos ejemplos.
Diuréticos: como la bumetanida, la furosemida y la acetazolamia.
Hormonas Peptídicas miméticas y análogas: donde destacan la hormona del crecimiento y la gonadotrofina coriónica.
2.- Métodos Prohibidos
Doping Sanguíneo.
Administración de transportadores artificiales de oxígeno y expansores plasmáticos.
Manipulación farmacológica, química o física de la orina.
3.- Sustancias Sujetas a Restricción
Alcohol.
Cannabinoides o derivados del cannabis.
Anestésicos locales.
Glucocorticoides.
Betabloqueadores.
Resulta importante señalar que tanto el COI y todas las federaciones deportivas que representa, reconocen que algunos deportistas deben usar fármacos prohibidos para determinados tratamientos médicos. En esos casos, es necesario informar con antelación las características del procedimiento para que los organismos pertinentes reciban los datos y certifiquen su aprobación.
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Categoría: Medicamentos.
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