El estudio preoperatorio en cirugía torácica


En cualquier especialidad quirurgica se deben ponderar los riesgos de las intervenciones a realizar. La valoración previa es muy importante en cirugía torácica por la especial relevancia que tienen las resecciones pulmonares mayores y las resecciones traqueales. La edad, a veces avanzada, y los ante-cedentes patológicos de los enfermos, en muchas ocasiones afectos de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y de otras enfermedades crónicas, son también aspectos de gran interés en la valoración quirurgica.
Operabilidad. Se define como la capacidad de intervenir al enfermo tanto con criterios generales (buena tolerancia a la cirugía desde el punto de vista respiratorio y general). Como ejemplo, un enfermo es inoperable cuando no toleraría la intervención por una insuficiencia respiratoria, cardiaca o hepática.
Resecabilidad. Es un concepto quirurgico que hace referencia a que el tumor podrá ser extirpado en su totalidad y con márgenes libres. Un tumor se considera irresecable cuando invade estructuras que impiden la resección. Por ejemplo cuando en un cáncer de pulmón existe invasión cardiaca, esofágica o traqueal o presencia de metástasis multiples a distancia.
Valoración de la operabilidad. La valoración de la operabilidad general requiere un completo estudio del enfermo por lo que respecta a su estado nutricional, función respiratoria, función cardiaca y la de otros órganos que pueden interferir gravemente en el periodo postoperatorio como el riñón o el hígado. El estado general del enfermo tiene especial relevancia, utilizándose escalas de evaluación para evitar errores subjetivos. La valoración más habitual es la conocida como índice de Karnofsky que se comentará en el capítulo del cáncer de pulmón.
Una vez realizado el estudio preoperatorio, vendrá el periodo en el que se debe preparar al enfermo para la intervención quirurgica. Se procurarán corregir los problemas hallados, lo que en ocasiones puede ser muy dificil. El tratamiento de déficits nutricionales exige un cierto tiempo y un programa de nutrición adecuado. Los enfermos con riesgo cardiaco elevado deberán ser tratados y, en ocasiones, se deberá esperar unos meses para efectuar la cirugía. Lo mismo sucede con enfermos con deterioro del estado general. Desde el punto de vista respiratorio puede ser muy importante la utilización de tratamiento broncodilatador y, sobre todo, un buen programa de fisioterapia respiratoria que permita al enfermo mejorar la movilización de secreciones y su capacidad respiratoria. Su uso debe ser sistemático cuando se va a afrontar cualquier intervención quirúrgica pulmonar.
El cirujano debe tener siempre presente un esquema de la intervención que va a llevar a cabo y que podrá variar en función de los hallazgos operatorios. La información al enfermo y a la familia es un aspecto en el que se debe profundizar, siempre teniendo en cuenta que lo que se les dice es su referencia y, por lo tanto, hay utilizar el tiempo suficiente así como extremar la humanidad y comprensión para con ellos. Debe informarse adecuadamente acerca de los estudios que se han realizado, la intervención que se llevará a cabo con sus posibles complicaciones y pronóstico de la enfermedad. Es, hoy en día, imprescindible que el enfermo firme un consentimiento informado de la operación que se va a realizar.

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Categoría: Glosario Médico.




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