Enfermedades asociadas al consumo de tabaco
Enfermedades respiratorias. En general, los fumadores presentan una mayor prevalencia de sÃntomas respiratorios, tales como tos, expectoración y disnea de esfuerzo. La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una causa frecuente de morbilidad y mortalidad en paÃses desarrollados. En España la prevalencia global de la EPOC es del 9% y constituye la cuarta causa de muerte con cerca de 20.000 fallecimientos al año y tasas brutas de 45 por 100.000 habitantes. El factor de riesgo fundamental, sin el que prácticamente es imposible el desarrollo de la enfermedad, es el consumo de tabaco, para el que existe una relación dosis-efecto. Sin embargo, la EPOC afecta únicamente al 15-20% de los fumadores, lo que indica que existe una susceptibilidad genética. El sexo es otro factor de riesgo para el desarrollo de la EPOC, ya que la mujer fumadora tiene mayor riesgo de padecer la enfermedad que el varón. No existe una evidencia irrefutable de que el tabaco sea un factor asociado a la aparición de asma. Lo que sà parece más claro es que el humo del tabaco facilita la sensibilización a alergenos y empeora la evolución de la enfermedad. También se ha demostrado una menor eficiencia de la medicación antiasmática, concretamente los glucocorticoesteroides inhalados, en sujetos fumadores. Los fumadores tienen un mayor riesgo de sufrir infecciones de las vÃas respiratorias bajas. En 1950 se publicaron los primeros trabajos que demostraban una asociación estadÃsticamente significativa entre el consumo de cigarrillos y el desarrollo de cáncer de pulmón. Desde entonces han sido muchos los estudios que han comprobado un incremento de la incidencia de esta enfermedad entre los fumadores en comparación con los no fumadores. Se ha sugerido que el tabaquismo predispone al neumotórax espontáneo y también es un dato epidemiológico constante en la histiocitosis X y en la neumonitis intersticial descamativa. Por el contrario,la prevalencia de fumadores en pacientes con sarcoidosis o con neumonitis por hipersensibilidad es menor que la de la población general.
Enfermedades cardiovasculares. El riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular en fumadores es de dos a cuatro veces mayor que el observado en no fumadores. Si se abandona el consumo, el riesgo de muerte desciende a partir del segundo o tercer año, y se iguala con el de los no fumadores a los 10 años de dejar el hábito. El tabaco incrementa la tasa de neutrófilos en sangre periférica y, por consiguiente, los niveles de elastasas y radicales libres. Estas sustancias provocan una lesión endotelial directa y facilitan el desarrollo de arteriosclerosis. Los monocitos, que también están aumentados, se adhieren al endotelio y se transforman en macrófagos que captan colesterol e inician la placa de ateroma. El humo del tabaco, además, produce un aumento de las lipoproteÃnas de baja densidad y un descenso de las lipoproteÃnas de alta densidad. También provoca cambios estructurales y funcionales sobre el miocardio.
Neoplasias. Además de su relación evidente con el cáncer de pulmón, el consumo de tabaco se ha relacionado con diversos cánceres de cabeza y cuello, vejiga urinaria, útero y mama. Hasta el 30% de los carcinomas de páncreas podrÃan atribuirse al consumo de tabaco y también se ha asociado con la posibilidad de desarrollar cáncer de colon.
Otras enfermedades. Fumar más de 25 cigarrillos al dÃa duplica el riesgo de padecer diabetes no insulino-dependiente. Además, los diabéticos fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedad arteriosclerótica, nefropatÃa diabética y resistencia a la insulina. El tabaco disminuye la secreción de hormonas tiroideas y bloquea su acción. De hecho, la oftalmopatÃa de Graves es siete veces más frecuente entre fumadores y cursa de forma más grave. Fumar también produce una disminución de la densidad ósea y aumenta el riesgo de fracturas. La mujer fumadora presenta una menopausia precoz y, el hombre, un deterioro del funcionamiento sexual, impotencia y alteración en la formación del esperma. La estomatitis por nicotina, la enfermedad periodontal, caries, halitosis, leucoplasia y disminución del olfato y del gusto, son otras consecuencias del consumo de tabaco.
Califica este Artículo
Categoría: Glosario Médico.
Deja una respuesta