Etiopatogenia de la Sarcoidosis


A pesar de los numerosos intentos por determinar su etiología sigue siendo una enfermedad de causa desconocida. Se la ha relacionado, sin datos concluyentes, con diferentes agentes infecciosos y no infecciosos. Se cree que pudiera ser una respuesta inflamatoria anómala frente a diversos agentes en individuos genéticamente susceptibles. Se especula con que un antígeno desconocido estimularía a los macrófagos alveolares provocando su activación y liberación posterior de mediadores de la inflamación – citocinas – que atraen otras células como linfocitos (linfocitos T cooperadores) y monocitos, desencadenando una inflamación – alveolitis – y, si progresa, la formación de granulomas sarcoideos. En fases más avanzadas se pueden observar diferentes grados de fibrosis. Mientras que en el pulmón predominan los linfocitos T cooperadores o CD4, en la sangre periférica acontece lo contrario, disminución de CD4, aunque con elevación de linfocitos B e incremento de gamma globulinas.
La característica histológica típica es la presencia de granulomas no caseificantes compuestos de células epitelioides, algunas células gigantes multinucleadas y escasos linfocitos y fibroblastos. El caseum central, característico de la tuberculosis, está ausente aunque pueden verse ocasionalmente pequeñas zonas de necrosis fibrinoide. Los granulomas pueden resolverse espontáneamente, persistir durante mucho tiempo o sufrir un fenómeno de hialinización y fibrosis conllevando la pérdida de la arquitectura tisular. Las lesiones pulmonares se encuentran en los septos alveolares y en las paredes de bronquios, arterias y venas. Aunque los granulomas son característicos de la enfermedad no son exclusivos de la misma, pues aparecen en las neumonitis de hipersensibilidad y la beriliosis.

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Categoría: Glosario Médico.




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