FRACTURA DE COLLES Tratamiento de la función de los dedos
Quizás sea la parte más trascendente del tratamiento. No es raro ver muñecas deformadas por la fractura de Colles, que nunca fueron tratadas, pero con función perfecta; también se ven resultados estéticos perfectos con reducciones exactas, pero con muñeca y dedos rÃgidos y sin capacidad funcional.
El tratamiento funcional se inicia al dÃa siguiente de la reducción:
1. Instruir cuidadosamente a los familiares y al enfermo de lo que se espera de ellos.
2. Movilizar todos y cada uno de los dedos: uno por uno, todos los dÃas y varias veces al dÃa.
3. Invitarlo a que realice labores que impliquen movimientos de los dedos (tejer, bordar, pelar papas, etc.) y ello todos los dÃas y varias veces.
4. Planificar un horario de tarea de rehabilitación: por ejemplo, 10 a 15 minutos cada hora y exigir que ello se cumpla.
5. Instruya sobre la necesidad de movilizar el hombro hasta la abducción máxima.
6. Vigile a su enfermo, al principio ojalá todos los dÃas, o por lo menos 1 a 2 veces por semana. Asà tendrá ocasión de corregir técnicas defectuosas y estimular
psicológicamente al enfermo, que suele caer en la depresión o derrotismo.
7. Una vez retirado el yeso, advierta que el tratamiento no ha terminado; más bien, recién empieza la rehabilitación propiamente tal. Exija mayor cooperación aún.
8. Adelántese al deseo del enfermo y tome una radiografÃa de control.
9. No olvide: es cierto que más vale una mano deformada pero funcional que una mano muy bien reducida pero rÃgida e inservible, pero aún mejor, es conseguir una reducción perfecta con movilidad normal.
Fracturas que no se reducen
Es poco frecuente que enfrentemos casos en los cuales resulte razonable y prudente no realizar ninguna maniobra correctora.
Enfermos de edad muy avanzada con:
a. Fuerte carga de patologÃa cardÃaca o pulmonar.
b. Fracturas muy encajadas, con pocas desviaciones y ya de varios dÃas.
c. Con estallido de la epÃfisis.
Por el contrario, en enfermos jóvenes o relativamente jóvenes, no deben ser toleradas desviaciones antiestéticas o que amenacen con alteraciones funcionales futuras. La indicación de reducción lo más perfecta posible es imperiosa, y aun, tras conseguirlo, resulta lÃcita la reducción quirúrgica si ello fuese necesario.
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Categoría: TraumatologÃa.
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