Hemorragia intracraneana
Aunque el encéfalo está amortiguado por el líquido cefalorraquídeo circundante en el espacio subaracnoideo, cualquier hemorragia importante dentro del cráneo relativamente rígido ejercerá finalmente presión sobre el encéfalo.
La hemorragia intracraneana puede ser el resultado de un traumatismo o de lesiones vasculares cerebrales . Aquí se considerarán cuatro variedades: epidural, subdural, subaracnoidea y cerebral,
La hemorragia epidural extradurales consecuencia de lesiones de las arterias o las venas meníngeas. La división anterior de la arteria meníngea media es la arteria que por lo común resulta dañada. Un golpe comparativamente menor en un costado de la cabeza, que produce una fractura de cráneo en la región de la porción anteroinferior del hueso parietal, puede seccionar la arteria véase fig. t. La lesión arterial o venosa es especialmente probable si los vasos entran en un conducto óseo en esta región. Se produce la hemorragia y se desprende la capa meníngea de duramadre de la superficie interna del cráneo. La presión intracraneana se eleva y el coágulo en expansión ejerce presión local sobre la circunvolución precentral área motorasubyacente. La sangre también puede pasar lateralmente a través de la línea de fractura para formar una tumefacción blanda a un costado de la cabeza. Para detener la hemorragia, debe ligarse o taponarse la arteria desgarrada. La trepanación del cráneo se realiza aproximadamente cm por encima del punto medio del arco cigomático.
La hemorragia subdural es el resultado del desgarro de las venas cerebrales superiores donde ingresan en el seno sagital superior véase fig. I. Por lo general, la causa es un golpe en la parte anterior o posterior de la cabeza que produce un desplazamiento anteroposterior del encéfalo dentro del cráneo. Este trastorno, que es mucho más frecuente que la hemorragia meníngea media, puede ser producido por un golpe menor súbito. Una vez que la vena se ha desgarrado, comienza a acumularse sangre con baja presión en el espacio potencial entre la duramadre y la aracnoides. En algunos pacientes, el trastorno es bilateral.
Se producen formas agudas y crónicas del trastorno clínico, con dependencia de la velocidad de acumulación de líquido en el espacio subdural. Por ejemplo, si el paciente comienza a vomitar, la presión venosa se eleva como resultado de un aumento de la presión intratorácica. En estas circunstancias, el coágulo subdural puede aumentar de tamaño rápidamente y producir síntomas agudos. En la forma crónica, en el lapso de varios meses, el pequeño coágulo sanguíneo puede atraer líquido por ósmosis, de modo que se forma un quiste hemorrágico, el cual va creciendo gradualmente hasta producir síntomas de compresión. En ambas formas el coágulo debe eliminarse mediante orificios en el cráneo efectuados con trépano.
La hemorragia subaracnoidea se produce por la filtración o rotura no traumática de un aneurisma congénito en el polígono de Vviilis o, con menos frecuencia. de una malformación arteriovenosa. Los_síntomas, que son de inicio súbito, incluyen cefalea intensa, rigidez de nuca y pérdida del conocimiento. El diagnóstico se establece mediante tomografïa computarizada TC, resonancia magnética RMo por la extracción a través de una punción lumbar de líquido cefalorraquídeo intensamente teñido con sangre.
Hemorragia cerebral. La hemorragia intracerebral espontánea es más frecuente en los pacientes con hipertensión. En general se debe a la ruptura de la arteria lenticuloestriada , rama de la arteria cerebral media . la hemorragia involucra importantes fi-bras nerviosas descendentes en la cápsula interna y produce hemiplejía contralateral. El paciente pierde inmediatamente la conciencia y la parálisis es evidente cuando la recupera. El diagnóstico se establece con TC o RM del encéfalo.
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Categoría: Glosario Médico.
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