Manifestaciones clinicas y exploracion fisica de la apnea del sueno
El perfil clásico de un paciente con SAOS suele ser el de un varón entre 40 y 50 años de edad, que presenta una historia de varios años de ronquidos nocturnos, habitualmente relatados por sus familiares. El ronquido en el SAOS es intenso, y se hace más fuerte a medida que aumenta la obstrucción. El acompañante del enfermo suele referir que el paciente presenta pausas de la respiración mientras duerme y, en ocasiones, describe que tiene un sueño inquieto, con movimientos bruscos de las extremidades. El ronquido suele tener un componente posicional, siendo más sonoro en decúbito supino; este fenómeno también se observa en las apneas, que suelen ser más frecuentes y prolongadas en esa posición. El paciente puede referir crisis de disnea súbitas que le despiertan y que vive con gran ansiedad. Frecuentemente existe nicturia, que pudiera estar ligada al incremento de la presión negativa intrapleural durante los periodos de apnea. Estos cambios de presión intratorácica pueden producir una distensión de la pared de la aurÃcula derecha y un aumento de la producción del factor natriurético; también pueden afectar la presión gástrica y facilitar el reflujo gastroesofágico, ocasionando pirosis nocturna. Por otra parte, como consecuencia de las apneas repetidas y los despertares asociados a ellas, el sueño no cumple su función normal. El enfermo refiere una sensación de cansancio matutino y no haber disfrutado de un sueño reparador. Durante el dÃa existe somnolencia involuntaria que se puede manifestar hablando, comiendo, en momentos crÃticos, como durante la conducción de vehÃculos o simplemente al relajarse en situaciones pasivas. Otros sÃntomas relacionados con la fragmentación del sueño, son la dificultad de concentración, la falta de memoria, la irascibilidad, la pérdida del apetito sexual y la depresión psÃquica. Cuando se presenta toda esta constelación de sÃntomas, el diagnóstico es relativamente sencillo. Además de la historia clÃnica, la exploración fÃsica tiene una especial relevancia. Se especifican las anomalÃas que deberán investigarse. La exploración se centra básicamente en el territorio nasofarÃngeo, el marco óseo facial, la obesidad y la distribución del tejido adiposo, valorando especialmente el perÃmetro del cuello. Muchos enfermos con sospecha de SAOS son hipertensos por lo que es muy recomendable el control estricto de la presión arterial.
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Categoría: Glosario Médico.
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