NeumopatÃas por fármacos
Las neumopatÃas producidas por fármacos representan hasta el 3,5% de las EPDP. Suelen manifestarse tras su administración mantenida por un perÃodo prolongado. A menudo, los sÃntomas mejoran al abandonar su uso y recurren si el fármaco es reintroducido. En otras ocasiones, la enfermedad se desarrolla semanas (amiodarona) o años (nitrosoureas) después de haber finalizado el tratamiento, por lo que es difÃcil establecer una relación causal. Casi todos los citostáticos y agentes quimioterápicos, especialmente la bleomicina, ciclofosfamida, metotrexato y mitomicina, pueden originar una neumonitis intersticial. El riesgo aumenta al incrementarse la dosis acumulada, al asociarse a otros agentes citotóxicos, a la radioterapia o a altas concentraciones de oxÃgeno. Otros fármacos, como la nitrofurantoina, desencadenan un cuadro semejante a una neumonitis por hipersensibilidad que cursa con fiebre, eosinofilia, mialgias, artralgias, disnea, tos y exantema, a las 2-3 semanas de iniciar el tratamiento. Si el paciente vuelve a ser tratado, el cuadro clÃnico puede comenzar a las pocas horas de reintroducido el fármaco. La amiodarona también puede producir una neumonitis aguda febril o una neumonÃa organizada rápidamente progresiva, aunque lo más habitual es un cuadro de alveolitis fibrosante crónica. Finalmente, la heroÃna, la cocaÃna y la metadona pueden inducir un edema pulmonar no cardiogénico, infiltrados pulmonares eosinofÃlicos y neumonÃa organizada. En general, el LBA de las neumopatÃas por fármacos muestra una linfocitosis, con relación CD4/CD8 disminuida, e incremento de eosinófilos y neutrófilos. En la biopsia pulmonar puede observarse un infiltrado linfoplasmocitario y eosinofÃlico con un grado variable de fibrosis y presencia de granulomas necrotizantes.
Califica este Artículo
Categoría: Glosario Médico.
Deja una respuesta