Prevenir gripe y resfriados
En esta época empezamos a ver resfriados y gripes por doquier. Es cierto que en muchas ocasiones desconocemos por qué unas personas son más susceptibles de enfermar que otras; de hecho, son muchos los factores que intervienen. Pero también sabemos lo que puede ayudarnos a prevenir los virus de los resfriados y la gripe. Parece ser que una alimentación deficitaria en vitaminas y minerales puede afectar al sistema inmunitario e influir en que seamos mas susceptibles a las infecciones y que estas sean más severas y duren más.
Los virus de la gripe (o influenza) y de los resfriados son diferentes pero se transmiten de la misma manera, generalmente mediante la inhalación de gotitas de saliva de la persona enferma que se encuentran en el ambiente, como consecuencia de hablar, toser o estornudar. Sin embargo, no es el aire la principal vÃa de contagio, más bien son las manos, debido a que el virus se propaga a través de las superficies que toca una persona infectada con el virus. Por ello, además de la recomendación de taparse la boca al toser o estornudar con pañuelos desechables para evitar el contagio directo, también es aconsejable limpiar el entorno de la persona enferma.
Los enfermos pueden transmitir los virus desde un dÃa antes de la aparición de los sÃntomas hasta unos de 3 a 7 dÃas después de enfermar.
Para minimizar los riesgos, intentemos poner de nuestra parte todo lo que podamos. Para ello os facilito las recomendaciones siguientes:
Alimentación: Una alimentación saludable con abundancia de frutas y verduras, que nos aporta vitamina C y vitamina A. Además de lo que siempre decimos: pescado, legumbres, cereales, lácteos, aceite de oliva, etc. y los conocidos como Probióticos (microorganismos vivos que se añaden a un alimento), como por ejemplo los yogures o preparados de polvos o comprimidos con probióticos. Su misión es favorecer el crecimiento de las bacterias beneficiosas en el intestino y mejorar el sistema inmunitario.
La mayor parte de nuestra inmunidad reside en el tracto digestivo, uno de los motivos que hace que sea tan importante la alimentación.
Hidratación: Beber suficiente cantidad de lÃquidos para mantener las mucosas (nariz y boca) bien hidratadas. Agua en abundancia, zumos, infusiones… No estar muchas horas sin beber.
Dormir: Las horas necesarias (no menos de 8 horas). Un buen descanso fortalece el sistema inmunitario.
Controlar el estrés: Un estrés crónico disminuye las defensas.
Humidificar: Necesitamos un ambiente húmedo, pues al parecer si nuestra mucosa nasal se reseca en exceso hay más facilidad para que accedan los virus.
Si hay calefacción, combatir la sequedad del aire colocando recipientes con agua o humidificadores.
Lavar: Lávate las manos frecuentemente con agua caliente y jabón, especialmente después de toser o estornudar. Y siempre que entres y salgas de lugares muy frecuentados (al llegar a casa del autobús o metro, al salir del cine, al salir de clase, etc.). Cuando no puedas, usa los geles de alcohol.
Limpiar: Los virus sobreviven en ciertos lugares del hogar como picaportes, grifos, teléfonos, interruptores, mandos a distancia de la TV, teclados de ordenador, ratón, puertas de refrigeradores, etc., desde donde son transmitidos fácilmente a otras personas, debido a que los gérmenes pueden pasar a los dedos con sólo tocar las superficies contaminadas. Para evitarlo, limpia estas superficies con frecuencia.
Ventilar: Ventila tu casa y el sitio donde estudies o trabajes unos minutos diariamente y evita espacios excesivamente cerrados con mucha gente. Renueva el aire que respiras y, por supuesto, evita el humo del tabaco. Sal al aire libre cuando puedas. Evita el contacto cercano con personas con tos y secreciones nasales.
No tocar: Trata de no tocarte los ojos, la nariz ni la boca. Ésta es la manera como a menudo se propagan los gérmenes.
Evitar: Los cambios bruscos de temperatura. AbrÃgate bien cuando salgas a la calle y cuando entres en lugares con la calefacción muy alta, quÃtate la ropa de abrigo, para mantener la temperatura del cuerpo estable.
No compartir: Vasos, cubiertos, toallas, pañuelos u otros objetos personales que faciliten el contagio.
No salir a la calle con el pelo mojado y tener siempre los pies calientes. Dentro y fuera de casa sobre todo no dejes que se te enfrÃen ni los pies ni la cabeza.
Espero que estos consejos te ayuden a no caer enfermo/a.
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Categoría: Actualidad Médica.
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