PUNCIÓN LUMBAR


La punción lumbar puede efectuarse con el fin de extraer una muestra de líquido cefalorraquídeo para examen microscópico o bacteriológico o para inyectar fármacos con el fin de combatir una infección o inducir anestesia. Afortunadamente, en el adulto, la médula espinal termina en su parte inferior a nivel del borde inferior de la primera vértebra lumbar. En el lactante puede alcanzar hasta debajo de la tercera vértebra lumbar.El espacio subaracnoideo se extiende por debajo hasta el borde inferior de la segunda vértebra sacra. La parte lumbar inferior del conducto raquídeo está ocupada por el espacio subaracnoideo, que contiene las raíces nerviosas lumbares y sacras y el filum terminale la cola de caballo.
En general, una aguja introducida en el espacio subaracnoideo en esta región empuja a las raíces nerviosas hacia un lado sin causar daño.
Con el paciente en decúbito lateral o en posición de sentado. con la columna bien flexionada, el espacio entre láminas adyacentes en la región lumbar se abre al máximo . Una línea imaginaria que une los puntos más altos de las crestas ilíacas pasa por encima de la apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar. Con el empleo de una técnica aséptica cuidadosa y anestesia local, el médico introduce la aguja para punción lumbar, provista de un mandril, en el conducto raquídeo por encima o por debajo de !a apófisis espinosa de la cuarta vértebra lumbar. La aguja atravesará las siguientes estructuras anatómicas antes de entrar en el espacio subaracnoideo: piel. aponeurosis superficial, ligamento supraespinoso, ligamento interespinoso, ligamento amarillo, tejido areolar que contiene el plexo venoso vertebral interno, duramadre y aracnoides. La profundidad hasta la cual debe llegar la aguja pueda variar desde , cm o menos en un niño hasta cm en un adulto obeso.
A medida que se retira el mandril, por lo común salen algunas gotas de sangre. En general, esto indica que la punta de la aguja está en una de las venas del plexo ver¡coral interno y aún no ha alcanzado el espacio subaracnoideo. Si al ingresar la aguja estimula una de las raíces nerviosas de la cola de caballo, el paciente puede experimcn;ar un malestar pasajero en uno de los dermatomas o presentar una contracción muscular, según se haya tocado una raíz sensitiva o motora.
La presión del líquido cefalorraquídeo puede medirse fijandh un manómetro a la aguja Cuando el paciente está acostado, la presión normal es de alrededor de a mm de agua. La presión muestra oscilaciones correspondientes a los movimientos de la respiración y del pulso arterial.
La aparición de bloqueo del espacio subaracnoideo en el conducto raquídeo, que puede ser causado por un tumor de la médula espinal o de las meninges, puede detec tarse comprimiendo las venas yugulares internas en el cuello. Esto eleva la presión venosa cerebral e inhibe la absorción de líquido cefalorraquídeo en las granulaciones aracnoideas, lo cual produce un incremento de la lectura de la presión del líquido cefalorraquídeo en el manómetro. Si este aumento no se produce, el espacio subaracnoideo está bloqeado y se dice que el paciente tiene un signo de Queckenstedt positivo, En el conducto sacro pueden inyectarse soluciones de anestésicos a través del hiato sacro. Las soluciones ascienden por el tejido conectivo laxo y bailan los nervios espinales a medida que emergen de la vaina ducal . Los obstetras utilizan este método de bloqueo nervioso para aliviar el dolor del primero y el segundo estadios del trabajo de parto. La ventaja es que cuando se administra con este método, el anestésico no afecta al niño. La anestesia caudal también puede utilizarse en ope-raciones en la región sacra, que incluyen la cirugía anorrectal.

Indicaciones.
1. Obtener la medida de la presión intracraneal y una muestra de LCR para examen celular, químico y bacteriológico (véase cuadro de valores normales en el Apéndice);
2. administrar raquianestesia, antibióticos o agentes antitumorales, e
3. inyectar el contraste en la mielografía.

Complicaciones.

1. Hernia cerebelosa o transtentorial cuando la punción se realiza en casos de gran hipertensión intracraneal (HIC) o en el de lesiones ocupantes de espacio intracraneal de localización crítica. Cuando existe la posibilidad de hipertensión intracraneal es prudente excluirla mediante TC craneal antes de obtener el LCR. En estos casos se debe utilizar una aguja muy fina (núm. 22 ó 24) y si la presión de apertura es 400 mmHg se toma la mínima cantidad de líquido precisa, se retira la aguja y se puede administrar una unidad de manitol.
2. Introducción de bacterias en el SNC.

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Categoría: Enfermería.




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