SÃntomas de las enfermedades pulmonares intersticiales
Disnea. La disnea es el sÃntoma predominante en las EPDP. Habitualmente es de carácter insidioso y progresivo, por lo que el paciente va limitando inconscientemente su actividad fÃsica y atribuyendo sus sÃntomas a la edad o a una pobre condición fÃsica. Por este motivo, la consulta al médico suele ser tardÃa, cuando la enfermedad está avanzada. La causa exacta de la disnea es desconocida, aunque probablemente se deba, al menos en parte, al aumento de la rigidez del parénquima pulmonar que ocurre en estas enfermedades. Cuando la disnea aparece como único sÃntoma debe pensarse en la fibrosis pulmonar idiopática. Si la disnea y el malestar son episódicos, se debe sospechar una patologÃa ocupacional o debida a la exposición a factores ambientales, una eosinofilia pulmonar o una vasculitis. Si la afectación radiológica es desproporcionadamente leve para la intensidad de la disnea referida, se debe sospechar una enfermedad de predominio vascular, como la esclerodermia y, al contrario, cuando las anomalÃas radiológicas son más llamativas que la clÃnica del paciente, una posibilidad diagnóstica es la sarcoidosis, la histiocitosis X o la silicosis.
Tos. Tampoco es rara la presencia de tos seca, lo cual no deja de ser sorprendente dada la ausencia de terminaciones nerviosas en las unidades acinares. La tos probablemente esté relacionada con la presencia de material en las vÃas aéreas procedente de los alvéolos, o con la distorsión y edema de las paredes bronquiales presentes en muchas circunstancias. Las enfermedades con mayor afectación bronquiolar, como la neumonÃa organizada criptogénica (NOC), la neumonitis por hipersensibilidad, la bronquiolitis respiratoria o la sarcoidosis, tienen más probabilidades de presentar este sÃntoma. Tampoco es raro en la linfangitis carcinomatosa o en la histiocitosis X. La producción de esputo es excepcional y siempre debe hacer pensar en la presencia de bronquiectasias originadas por tracción en el contexto de una fibrosis pulmonar evolucionada, que posteriormente se han colonizado o infectado. La expectoración mucoide y de sabor salino, a veces muy abundante, debe hacer sospechar un carcinoma bronquioloalveolar.
Hemoptisis. No es frecuente en las EPDP, salvo en los sÃndromes hemorrágicos alveolares, – incluidos ciertos tipos de vasculitis y conectivopatÃas –, que suelen ofrecer otras claves diagnósticas extrapulmonares. Mucho más raramente aparece asociada a linfangioleiomiomatosis, esclerosis tuberosa y ciertos fármacos. En general, la presencia de hemoptisis en un paciente con una enfermedad pulmonar intersticial obliga a descartar una tuberculosis, un embolismo pulmonar o una neoplasia.
Dolor pleurÃtico. También es infrecuente como manifestación general en las EPDP. Puede ocurrir en las neumopatÃas asociadas a artritis reumatoide y lupus eritematoso sistémico, y asociado a ciertos fármacos. Cuando aparece bruscamente y se acompaña de disnea intensa, se debe descartar la presencia de un neumotórax, que con cierta frecuencia aparece en el contexto de una histiocitosis X y de la linfangioleiomiomatosis.
Califica este Artículo
Categoría: Glosario Médico.
Deja una respuesta