Tratamiento de los abcesos pulmonares
Como sucede con las neumonÃas convencionales, el tratamiento del absceso pulmonar suele ser empÃrico y raramente se recurre a procedimientos invasivos para la obtención de un diagnóstico etiológico. La administración de penicilina sódica (2-4 106 U/4 h por vÃa intravenosa) durante perÃodos prolongados de hasta dos meses, ha sido considerado el tratamiento idóneo para las infecciones anaerobias pleuropulmonares. Sin embargo, la aparición en las últimas décadas de cepas productoras de betalactamasas, fundamentalmente del grupo Prevotella, ha desplazado a la penicilina en favor de la clindamicina (600 mg/6 h, por vÃa intravenosa) como tratamiento de elección. Este tratamiento también debe prolongarse un promedio de unos dos meses para evitar recidivas. Una alternativa terapéutica a la clindamicina es la amoxicilina con ácido clavulánico (2 g/8 h, por vÃa intravenosa) que tiene la ventaja adicional de ser más eficaz frente a algunos gramnegativos potencialmente implicados en la etiologÃa del absceso. Otras pautas antibióticas con buena actividad frente a patógenos anaerobios son la ampicilina asociada a sulbactam, el metronidazol con penicilicina o la cefoxitina. En los casos más graves en que se sospeche la posibilidad de una infección asociada por enterobacterias o P. aeruginosa, puede recurrirse a imipenem o piperacilinatazobactam, asociados con amikacina. Finalmente, si la causa de la infección es el S. aureus, puede utilizarse la cloxacilina (2 a 4 g/dÃa, por vÃa intravenosa) o bien, si se trata de una cepa oxacilÃn-resistente, la vancomicina (1 g/12 h, por vÃa intravenosa).
El empleo de fisioterapia y drenaje postural es controvertido dado que puede favorecer la diseminación de la infección. El drenaje torácico se realizará en caso de empiema. En la actualidad, dada la eficacia de los antimicrobianos, no suele indicarse el drenaje transtorácico del absceso ni su resección quirúrgica.
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Categoría: Glosario Médico.
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