Albinismo: Un cuerpo sin color


El albinismo es un trastorno genético muy escaso -afecta a uno de 17 mil estadounidenses- que produce fallas en la producción de un pigmento llamado melanina. No sólo puede presentarse en humanos, sino también en casi todos los animales domésticos y en menor cantidad, en especies exóticas y silvestres. A todos los afecta de por vida.

La causa sería el resultado de múltiples anormalidades en el funcionamiento de ciertas enzimas que alteran los pasos de la producción de melanina. Los melanocitos, células que producen este pigmento biológico que da color a la piel, no están disminuidos en cantidad, sino que son incapaces de producir la melanina. Esto puede afectar la piel, el pelo y los ojos.

Como hay muchas variantes genéticas de esta enfermedad, puede darse de forma completa o aislada. En este último caso, hay ausencia desigual de pigmentación y puede presentarse como pelo más claro de lo normal, mechones desteñidos o manchas decoloradas en distintas partes del cuerpo, como parches.

Cuando la despigmentación es completa -llamado albinismo oculocutáneo-, las personas se caracterizan por tener la piel muy blanca o rosada (por la transparencia de los vasos sanguíneos subyacentes), lo que resalta tanto como la decoloración del pelo, que puede ser blanco, rojizo o a veces, café. Mientras, los ojos tienen el iris rojo porque como no poseen colorido, se ven los vasos sanguíneos del interior. Por otro lado, estas personas no desarrollan pecas ni lunares.

Además de darle la pigmentación adecuada a la piel, la melanina la protege de la radiación ultravioleta, por lo que en los albinos ésta es muy sensible. Entonces, al exponerse al sol se enrojecen inmediatamente, sin pasar por el estado de ‘bronceado’. Esto hace que tengan más posibilidades de contraer cáncer de piel.

«Sin embargo, si los pacientes están bien cuidados, podrán llevar una vida sin mayor probabilidad de contraer cáncer cutáneo. Así ocurre con la población albina de Estados Unidos, lo que ha hecho que estadísticamente, el cáncer en ellos sea más infrecuente que en la población general, a pesar de tener mayor riesgo. El ser albino no significa tener cáncer de piel. El ser poco cuidadoso de la protección solar es malo para albinos (especialmente) y para no albinos», dice el doctor Raúl Cabrera, jefe del Servicio de Dermatología de Clínica Alemana.
El objetivo principal de las recomendaciones es que los pacientes puedan llevar una vida normal. Por ejemplo, deben usar bloqueadores con factor alto y mantenerlos por harto tiempo en la piel, resistiendo el agua y las condiciones ambientales. Además, tienen que cubrirse con ropa si van a estar al aire libre, como sombreros de ala ancha (7 cm.).

Los albinos tienen múltiples problemas a la vista, ya que el iris protege a la retina y al no haber pigmentación, no puede reducir la cantidad de luz que entra al ojo. Por esto, son propensos a la fotofobia (incomodidad o dolor frente a la luz) y además, se dan defectos en la visión, como reducción visual, estrabismo (los dos ojos no miran al mismo lado), astigmatismo, hipoplasia macular (escaso desarrollo de la mácula) o incluso, ceguera.

Los lentes de sol con protecciones laterales y anti UVB y UVA, son indispensables para aliviar la fotofobia, mientras que los de contacto con color sirven para dar una apariencia más cómoda. Si bien la visión es reducida, ésta sigue estable, no empeora por tener la enfermedad. Por lo tanto, con los anteojos adecuados pueden realizar las actividades que sean necesarias.

También es posible el albinismo ocular, que afecta sólo al ojo. La piel y el pelo de estos pacientes puede ser de un colorido normal.

El diagnóstico puede hacerse desde el momento de nacer o, incluso, de manera prenatal. Las diferencias oculares son las más indicadas para diagnosticarlo, pero si la despigmentación se da en la piel y el pelo, la apariencia diferente será evidente durante el crecimiento de la persona, principalmente en las razas de piel más oscura.

«Los albinos deben tomar extremos cuidados para no sufrir quemaduras solares, ya que su protección solar es mínima. Sin embargo, tomando las medidas indicadas pueden llevar una vida completamente normal», reitera el doctor Raúl Cabrera.

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Categoría: Dermatología.




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