Antioxidantes y verano


En esta época la exposición a los rayos solares aumenta y así también se acrecienta el daño a la piel. Aunque existen varias maneras de prevenir esto -como usar bloqueador solar, sombrero y anteojos de sol-, debe considerarse que una buena alimentación es importantísima para protegerse.

En este sentido los antioxidantes, presentes principalmente en frutas y verduras, cumplen un rol fundamental. Estas sustancias previenen o demoran el daño que producen los radicales libres, generados por el organismo producto de distintos factores como la exposición a rayos ultravioletas, contaminación ambiental, humo de cigarrillo, algunos fármacos, exceso de ejercicios e incluso durante el proceso de digestión de alimentos.

Los efectos de los radicales libres en los tejidos del cuerpo humano dependen del balance entre éstos y la cantidad de antioxidantes disponibles en el organismo. Si hay más radicales libres, se desencadenan procesos dañinos que se asocian al desarrollo de enfermedades.

La doctora Karen Salvo, nutrióloga de Clínica Alemana, explica que «los antioxidantes tienen la capacidad de proteger contra los tipos específicos de daño celular asociado con la exposición a los rayos UV, porque bloquean la acción de los radicales libres, lo que reduce el riesgo de desarrollar cáncer a la piel, además de otras enfermedades crónicas tales como infartos al corazón, accidentes cerebrovasculares, enfermedad de Alzheimer, cáncer y cataratas, entre otros».

Principales antioxidantes dietarios
Los antioxidantes se encuentran principalmente en frutas y verduras, por lo que consumir una amplia variedad es fundamental para proteger al organismo de los efectos adversos de los radicales libres.
Vitamina E: Previene la oxidación del colesterol y disminuye el riesgo de enfermedad coronaria. Se encuentra en los aceites vegetales (oliva, maíz, girasol, soya, etc.), frutos secos (nueces, almendras, etc.), cereales, semillas y oleaginosas, legumbres, vegetales grasos (choclo, aceitunas, etc), palta y otros.

Vitamina C: Regenera la vitamina E. Se encuentra en frutas y verduras, principalmente en cítricos (por ejemplo naranja y limón), fresas (como frutilla, frambuesa y mora), kiwi, papaya, vegetales verdes (brócoli, repollo, pimiento, perejil, etc.), tomate y otros.

Carotenoides: Está presente en vegetales amarillos (zanahoria y zapallo, entre otros), vegetales verdes (como espinaca y acelga), damasco, durazno, ajo, tomate y otros.

Polifenoles: Estos compuestos no son vitaminas ni minerales, pero son potentes antioxidantes presentes en las plantas. Son los responsables de darles color, sabor, protegerlas de los rayos ultravioletas y ayudarlas a combatir infecciones. Están presentes en frutas, como uva, pomelo, naranja, fresas y manzana; y verduras como cebolla, apio, tomate y ajo, entre otras.

Las defensas antioxidantes son indispensables para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas. La doctora Salvo recomienda «aumentar la ingesta de antioxidantes naturales que se encuentran en frutas y verduras, idealmente consumiendo entre tres a cinco porciones de verdura al día, y entre dos a cuatro porciones de fruta diaria».

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Categoría: Nutrición y Dietética.




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