Aumento de la diabetes


Lo que hace 30 años preocupaba a los centros mundiales de salud, y a la población en general, como el problema de la desnutrición infantil, hoy ha quedado rezagado ante el evidente aumento de la diabetes (crecimiento de los niveles de glucosa en la sangre), especialmente la de tipo 2.

En términos generales, existen tres tipos de diabetes. La tipo 1, tipo 2 y la llamada «intolerancia a la glucosa», que es un estado intermedio entre la normalidad y la diabetes.

Según la endrocrinóloga de Clínica Alemana doctora Gloria López, el aumento de esta patología se debe al actual hábito de vida, el que se traduce en un aumento de la obesidad, sedentarismo (que se presenta en más del 80% de la población) y en la mala alimentación, que implica un mayor consumo de grasas saturadas, lo que provoca que la insulina del cuerpo actúe en forma deficiente.

En Chile, pese a que actualmente no existen estudios representativos, la profesional indica que «que alrededor del 5,3% de la gente mayor de 20 años tiene diabetes, y que su mayor prevalencia reside en el grupo socioeconómico bajo, en algunas regiones más que otras y que, generalmente está asociada a la obesidad».

Prevenir y buscar la diabetes
A diferencia de la diabetes tipo 1, la tipo 2 no presenta mayores síntomas. Debido a esto, la doctora López señala que es una enfermedad que hay que buscarla, «salvo que existan programas de pesquisas, porque está demostrado que al momento de realizar el diagnóstico ya han pasado cinco o seis años desde que el paciente tiene el problema».

Uno de los tres grandes estudios de la diabetes a nivel mundial, «Diabetes Prevention Program», demostró que el cambio de hábito de vida previene la aparición de esta patología y sus complicaciones.

«Lo ideal sería advertir su manifestación, porque las etapas anteriores a ella, como la insulinorresistencia o la intolerancia a la glucosa, no presentan ningún trastorno evidente. Sin embargo, es posible que el organismo esté corriendo el riesgo de ser afectado por alguna complicación», afirma la especialista.
Una de las complicaciones más comunes es la retinopatía diabética, que se manifiesta como un daño a la vista que puede llevar a la ceguera. También existe la nefropatía diabética, que es el daño a los riñones y la causa más frecuente de insuficiencia renal, por lo que puede derivar en diálisis crónica y finalmente en trasplante de riñón. La neuropatía diabética también se presenta como una de las consecuencias de una detección tardía de la diabetes y se manifiesta por la pérdida de la sensibilidad en los pies.

A juicio de la endocrinóloga, estas enfermedades por lo general provocan invalidez e incapacidad, además de una falla en la circulación de las personas, lo que impide la evolución normal de cualquier herida y provoca que se complique fácilmente. Pese a esto, existe otra enfermedad más grave que es causal de muerte, como es el infarto al miocardio.

«Las personas diabéticas tienen entre dos o cuatro veces más posibilidades de padecer enfermedad coronaria que aquéllos que no la padecen. En la mujer esto es cuatro veces más frecuente, porque está menos protegida que el hombre», señala la doctora.

Cambio de hábito
Para disminuir el riesgo de padecer las anteriores complicaciones, se recomienda hacer un cambio en las costumbres alimentarias, a través de una dieta sana y responsable con la supervisión de un especialista. Además, debe complementarse con ejercicios periódicos para mantener el cuerpo en forma y evitar el sedentarismo.

Si al cabo de un tiempo, no se obtienen los resultados esperados o la persona tiene la glicemia muy alta, el tratamiento se complementa con medicamentos. «La evolución natural de la diabetes demuestra que cada año alrededor del 10% de las personas está dejando de responder a las tabletas. Entonces, después de 20 años de reconocida la diabetes, los medicamentos son insufiecientes en el 80% de los afectados» explica la especialista.

Agrega que en estos casos el uso de los fármacos es complementado o reemplazado por insulina.
Es diabetes cuando…

– Su glicemia en ayunas es igual o superior a 126, en más de una ocasión y sin variar las condiciones en que se tome este examen.

– Otra forma de diagnóstico es realizar la medición en cualquier minuto. Si el nivel alcanza los 200 y además tiene síntomas, es diabetes.

– Otra posibilidad es a través de una prueba de tolerancia a la glucosa. En este caso, si la glicemia en ayunas es normal o menor a 126 se le toma una muestra de sangre, dos horas después de tomar 75g. de glucosa (azúcar pura, igual a la que circula en la sangre).

– Si tiene entre 140 y 199 se habla de intolerancia a la glucosa.

– El paciente que tenga entre 100 y 125,9 tiene glicemia anormal en ayuna.

– Un nivel normal debe ser menor de 100.

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Categoría: Nutrición y Dietética.




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