Cólicos uterinos: aliados del postparto


Durante años se pensó que los cólicos uterinos que se producen después del parto, y que popularmente reciben el nombre de entuertos, no cumplían ninguna función y sólo producían molestias. En la actualidad, está comprobado su beneficio fisiológico, ya que son el aliado número uno de una excelente recuperación.

El doctor Ricardo von Muhlenbrock, ginecólogo de Clínica Alemana, explica que este cólico se produce por una contractura del útero, el que en estado normal mide entre siete y ocho centímetros. Sin embargo, en el quinto mes de embarazo se agranda hasta llegar al ombligo, y ya en el noveno mes casi alcanza las costillas.

«Cuando el recién nacido sale del útero, éste se contrae en forma brusca hasta el nivel del ombligo materno y en los días siguientes continúa disminuyendo su tamaño debido a fuertes contracciones (entuertos), evitando que se produzca una hemorragia postparto», sostiene el especialista.

¿Cómo se produce este cambio fisiológico?
Cuando la madre amamanta al recién nacido, la succión del pezón provoca un estímulo en ella que va hasta el cerebro y a la neurohipófisis, glándula encargada de producir básicamente dos hormonas: la prolactina para que la leche baje al tercer día y haya lactancia- y, simultáneamente la oxitocina para que el conducto por donde va la leche se contraiga y ésta salga con mayor facilidad. Esta última hormona también llega al útero y produce su contracción.
El ginecólogo sostiene que «es curioso, pero en el primer parto la mujer puede no sentir este cólico, en cambio en el segundo casi siempre es intenso. Obviamente, esto depende del umbral de dolor de cada mujer, de la intensidad de la contracción y de las veces que la madre amamante al recién nacido». Y agrega que los cólicos uterinos no se pueden evitar, sólo es posible paliar el dolor con analgésicos.

Antes se recomendaba que el recién nacido se alimentara cada cuatro horas, en cambio ahora eso es demasiado tiempo y se aconseja a las madres amamantar bajo libre demanda, así la hormona oxitocina bombardea continuamente el útero para que se mantenga pequeño.

El doctor Von Muhlenbrock sostiene que «es importante informar a las pacientes de que al amamantar van a sentir dolor abdominal bajo, y que no es algo terrible. Deben tener conciencia de que estos cólicos son un aliado para la recuperación postparto, ya que evitan las hemorragias y permiten que se vayan de alta antes. Además, no necesitarán que se les administren unas inyecciones para que el útero vuelva a su tamaño natural».

El día 45 después del parto cuando termina el puerperio (antigua «cuarentena»)- el útero debe haber alcanzado su tamaño normal.

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Categoría: Glosario Médico.




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