Complicaciones postoperatorias precoces en un trasplante pulmonar


Las causas principales de morbimortalidad en el postoperatorio inmediato incluyen el fallo primario del injerto, las infecciones y el rechazo.
El fallo primario del injerto es una forma de edema pulmonar producida por la lesión de la membrana alveolo-capilar secundaria a la isquemia prolongada y a la reperfusión. Su gravedad es variable y en su desarrollo influyen, además del tiempo de isquemia, el uso de circulación extra-corpórea, la hipertensión pulmonar y el tipo de soluciones de preservación empleadas.
Las infecciones. Son la principal causa de morbimortalidad precoz y tardía en el TP. Tanto el pulmón del donante, como el sujeto receptor del órgano, suelen estar colonizados por patógenos, frecuentemente multirresistentes. La pérdida del reflejo tusígeno que supone la denervación pulmonar y la interrupción del drenaje linfático, junto con la isquemia bronquial y la alteración del transporte mucociliar que esto conlleva, facilita la aparición de infecciones en estos pacientes inmunodeprimidos. Las infecciones más frecuentes en el período postoperatorio inmediato son las bacterianas, especialmente Pseudomonas aeruginosa y Staphylococcus aureus. A partir del primer mes, adquieren mayor protagonismo los virus, particularmente el citomegalovirus, así como los hongos y micobacterias. Este riesgo aumentado de infección obliga a pautas antibióticas profilácticas de forma rutinaria.
El rechazo no es sino la extensión de la respuesta normal del huésped frente a antígenos extraños. Esta respuesta inmunológica mediada por los linfocitos T del receptor ocasiona el daño del injerto. Clásicamente, y en función de su patrón histológico, el rechazo se ha clasificado en hiperagudo, agudo o crónico. En la actualidad, el rechazo hiperagudo es raro por la deter-minación sistemática previa al trasplante de los anticuerpos anti-linfocitarios que son los responsables del mismo. Sin embargo, el rechazo agudo, indistinguible clínicamente de una infección respiratoria, se produce prácticamente en todos los receptores a pesar del tratamiento inmunosupresor. En general, responde bien al incremento de la terapia inmunosupresora, pero es el principal determinante de la aparición del rechazo crónico.

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Categoría: Glosario Médico.




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