El cuidado de los alimentos en verano


Con la llegada del verano es mucho más frecuente tener contacto con bacterias y virus que con las altas temperaturas se propagan con más facilidad.

Una de las enfermedades con más riesgo de presentarse es la salmonelosis producida por la bacteria Salmonella enteritidis. Ésta se transmite, principalmente, por el consumo de huevos crudos.

El doctor Luis Thompson, infectólogo de Clínica Alemana, explica que cuando los brotes de esta patología se presentan, la tasa de ataque es muy alta. «En estos casos, entre el 80 y 90% de las personas que consume este producto se enferma», afirma el especialista.

Es por esto que para evitar el contagio no se deben consumir alimentos como la mayonesa casera o el pisco sour preparado con clara de huevo.

La intoxicación por Salmonella enteritidis provoca diarrea, fiebre e intenso dolor abdominal. Aunque la letalidad es baja, se pueden producir cuadros graves de deshidratación.

Otra enfermedad que aumenta en el verano es la Hepatitis A. Este germen, eliminado en las deposiciones, se transmite a través de la manipulación de las comidas, cuando se riegan vegetales con aguas servidas o se ingieren mariscos crudos infectados.
Es por eso que, para evitar esta enfermedad, hay que mantener las manos limpias, consumir mariscos cocidos y preocuparse de que las hortalizas no hayan sido regadas con aguas contaminadas.

«Una importante prevención es la vacuna contra esta enfermedad, que si bien no está en el programa de nacional, se recomienda poner después del año de vida», advierte el doctor Thompson.

En esta época también hay que estar atentos a la intoxicación por el Vibrio parahaemolyticus, que prolifera con más facilidad cuando aumenta la temperatura de las aguas. «En Chile, ha habido brotes masivos en los últimos años. El último se dio en el verano de 2005, por lo que hay que extremar las medidas de prevención», explica el infectólogo.

Para esto, al momento de preparar los mariscos hay que procurar cocerlos bien, ya que de esta forma se elimina todo riesgo de intoxicación.

Los síntomas son diarrea y cólicos abdominales que, en ocasiones, pueden ir acompañados de náuseas, vómitos, dolor de cabeza y fiebre.

Con otra de las enfermedades que hay que tener especial cuidado es con la fiebre tifoidea, causada por la bacteria Salmonella typhi, que se encuentra en el agua o comidas contaminados con deposiciones de personas que la portan.
Ingresa al organismo por vía oral, por lo que hay que lavar correctamente los alimentos (no es suficiente el agua, requieren de desinfección con cloro) y tener especial cuidado con su manipulación.

Los síntomas de esta enfermedad son fiebre alta, dolor de cabeza y falta de apetito. En el 50% de los casos va acompañada de diarrea.

Es importante que se haga un buen diagnóstico, ya que así se pueden evitar mayores consecuencias para la salud.
Prevención

– Hervir el agua no potable por más de diez minutos.
– Desinfectar las verduras con una cucharadita de cloro por cada litro de agua.
– Lavar bien las manos antes de cocinar y después de ir al baño.
– Refrigerar bien los alimentos.
– No comer mariscos crudos.
– No consumir huevos crudos.

También son frecuentes en esta época las intoxicaciones que se producen cuando los alimentos quedan al aire libre o sin una adecuada refrigeración. Esto, porque las altas temperaturas del verano permiten que los gérmenes se propaguen de forma mucho más rápida que durante el resto del año.

Lo que se recomienda en estos casos es refrigerar las comidas que se preparen cuando no se van a consumir inmediatamente

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Categoría: Nutrición y Dietética.




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