Embarazo y cardiopatía: La importancia de asesorarse por un equipo multidisciplinario


Sin duda que la maternidad es lo más importante que le puede suceder a una mujer durante su vida, pero hasta hace algunos años muchas debían privarse de este privilegio debido a diferentes enfermedades que lo contraindicaban, entre ellas las cardiacas. Sin embargo, en la actualidad el avance de la tecnología de control y terapéutica, además de la existencia de equipos médicos multidisciplinarios especializados en el tema, han permitido a la mayoría de estas mujeres lograr uno o más embarazos libres de complicaciones y con riesgos controlados.

Los cambios físicos normales durante la gestación pueden significar mayor peligro para quienes presenten alguna cardiopatía, por lo que en estos casos es fundamental el establecimiento de rigurosos controles médicos y cuidados prenatales.

El doctor Julio Astudillo, jefe de la Unidad de Medicina Materno Fetal de Clínica Alemana, sostiene que «son pocas las cardiopatías que contraindican absolutamente la maternidad. En general, con el seguimiento adecuado de un equipo multidisciplinario, estas pacientes pueden concluir bien el periodo de gestación».

Según el especialista, las cardiopatías en mujeres embarazadas corresponden al 1%. De esto, dos tercios son de origen reumático, que es una enfermedad que se relaciona con el estreptococo de amigdalitis en niños y que deja como secuela una enfermedad en el corazón. Se llaman así porque durante el proceso de inflamación cardiaca también resultan afectadas las articulaciones.

En tanto, el 10% de este grupo de enfermedades son cardiopatías congénitas, es decir, mujeres que nacieron con una anomalía en el corazón. En ambos casos, los síntomas más frecuentes son taquicardia, dificultad respiratoria, edemas en las piernas, decaimiento, fatiga, dolores en el pecho, mareos, desmayos y cianosis.
«Dentro de los cambios adaptativos normales de la mujer durante el embarazo está el aumento del volumen de sangre circulante. Esto produce una sobrecarga en el trabajo del corazón, que en mujeres con alguna cardiopatía podría transformarse en un riesgo de descompensación. El manejo de estos elementos es crucial en el control del embarazo con esta patología», explica el doctor Astudillo.

Asimismo, se eleva la frecuencia cardiaca, y la presión sanguínea baja, lo que contribuye a un mayor flujo de volumen sanguíneo. La descompensación cardiaca puede producir que se acumule agua en los pulmones, lo que da origen a un edema pulmonar, situación de riesgo vital para la madre.

Por otro lado, las patologías cardiacas en mujeres embarazadas se asocian a mayor incidencia de partos prematuros, restricción del crecimiento del niño dentro del útero y sufrimiento fetal intraparto.

¿Qué hacer?
El especialista asegura que quienes tienen alguna patología cardiaca deben tomar ciertas medidas antes de embarazarse. «La paciente tiene que ser evaluada por su cardiólogo para que la clasifique según la gravedad de la cardiopatía, lo que se denomina capacidad funcional (grado de limitación física producida por la enfermedad). Si requiere tratamiento quirúrgico, éste debe ser efectuado idealmente antes de embarazarse, y si necesita medicamentos, éstos deben ser adaptados para la gestación».

Durante el embarazo, se requiere de un enfoque multidisciplinario basado en la evaluación del riesgo materno y fetal a través de un control obstétrico, cardiológico y ecocardiográfico. El obstetra, idealmente, debe dedicarse a la especialidad de medicina maternofetal, también llamada perinatología. De esta manera, se obtendrá un control superespecializado.
El doctor Astudillo agrega que durante el embarazo la evaluación debe ser más frecuente, y no olvidar los riesgos habituales de cualquier mujer embarazada.

Hay que tener en cuenta que los momentos de más riesgo de descompensación de una cardiopatía durante el embarazo son tres: los tres últimos meses, el trabajo de parto y el postparto inmediato, ya que es en estos periodos cuando se producen los cambios hemodinámicos más intensos y la mayor sobrecarga de trabajo para el corazón de la madre.

Asimismo, se debe estar atento a los signos de descompensación durante el embarazo, como dificultad respiratoria, edema exagerado y tos nocturna, entre otros.

«La mayoría de los embarazos de las madres con cardiopatía pueden terminar en un parto normal, sólo un pequeño grupo con cardiopatía severa y serio deterioro de su capacidad funcional requerirá una cesárea», sostiene el especialista.

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Categoría: Consejos para Mamá.




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