Ictericia en recién nacidos


Una madre ve a su hijo recién nacido y nota algo raro. Su piel tiene un color amarillento, al igual que la zona blanca de los ojos. Lo que ella no sabe es que el pequeño sufre de ictericia, una alteración que produce que la epidermis adquiera este tono, producto del pigmento llamado bilirrubina, un subproducto de los glóbulos rojos, y que su diagnóstico precoz es clave para evitar una complicación mayor.

ATENCIÓN MAMÁS

Esta alteración puede aparecer incluso después del alta del bebé. Por este motivo, la neonatóloga Marcela Pérez señala que es importante que una vez que las madres se lleven a su hijo a la casa, estén atentas si éste se pone de color amarillo.

La ictericia primero se presenta en el rostro, luego en el tronco, en las extremidades y,
finalmente se expande hacia los segmentos más distantes. «Se deben revisar las plantas de los pies, ya que cuando esa zona tiene un color amarillo, la ictericia ya es muy alta. En estos casos es importante consultar al pediatra, para que evalúe si es necesario realizar un examen de bilirrubina y otro de audición», aclara.

El doctor Jorge Torres, pediatra de Clínica Alemana, explica que dentro de la familia de estas enfermedades la más frecuente es la ictericia fisiológica, que afecta a aproximadamente al 70% de los recién nacidos. Esta condición también se produce cuando la madre no tiene suficiente leche para alimentar a su hijo, y se la denomina ictericia por lactancia.

La alteración puede aparecer desde unas pocas horas luego del nacimiento hasta siete días después, y desaparece al cabo de dos semanas. Normalmente va variando el tono, así en los primeros días aumenta hasta llegar a un nivel máximo y luego comienza a disminuir, hasta el momento en que finalmente se extingue. Se presenta por igual en niños y en niñas y, en general, no significa ninguna amenaza para el pequeño.

Sin embargo, el especialista señala que existe un tipo de ictericia grave, «que se presenta cuando la madre tiene un grupo de sangre y el niño tiene otro, por lo cual no son compatibles entre sí, produciéndose una enfermedad por RH, que es la más peligrosa».

Los casos de mayor riesgo se producen cuando la bilirrubina alcanza niveles muy altos, sobre 15 o 20 miligramos, ya que ahí ésta puede ser tóxica, más aún si no es tratada a tiempo. Dependiendo de la edad del niño, puede sufrir alteraciones en la audición, motricidad y aprendizaje. El extremo, es la inclinación nuclear, es decir, que la bilirrubina se adhiera a los núcleos de la base del cerebro – estructuras muy sensibles-, y produzca movimientos anormales, cuadros convulsivos y apneas.
«Sin embargo, en la actualidad estos casos ocurren con menor frecuencia, ya que el problema se detecta precozmente y se realizan los tratamientos adecuados», explica la neonatóloga Marcela Pérez.

¿Cómo atenuar esta alteración?
En todos los casos es necesario que el recién nacido reciba leche materna más a menudo y en cantidades adecuadas, ya que de esta forma se produce un lavado del intestino, impidiendo que se pueda reabsorber la bilirrubina. Ahora bien, si la madre no le puede brindar suficiente alimento, es necesario proporcionarle leche en fórmula.

Asimismo, se debe utilizar fototerapia cuando los pequeños tienen niveles más altos de ictericia. «Sobre el niño que está en la cuna con los ojos cubiertos- se coloca una pantalla radiante que contiene un conjunto de seis u ocho tubos fluorescentes de luz blanca o azul. El tiempo que el pequeño permanezca allí dependerá de la causa o el nivel de ictericia que tenga. Actualmente, esta técnica puede ser entregada al menor estando en la pieza junto a su madre», dice el doctor Jorge Torres.

En los casos más graves, producto de la incompatibilidad de grupo sanguíneo, se debe realizar un recambio de sangre en el recién nacido.

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Categoría: Consejos para Mamá.




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