La riesgosa tendencia de no vacunar a los hijos


Edward Jenner el propulsor de las vacunas no lo hubiera soportado. Últimamente algunos padres de tendencia naturista o temerosos de los efectos secundarios, han comenzado a no permitir que se vacune a sus hijos.

Si bien la mayoría de estos casos ocurre en el extranjero, en Chile también está ganando adeptos. La pediatra e infectóloga de Clínica Alemana, María Luz Endeiza, explica que aunque los papás tienen el derecho a decidir que no quieren vacunar a su hijo, está en el pediatra explicarles qué es lo que pasa si es que éstas no se aplican.

Tal como ella lo ve, si una madre decide que no vacunen a su hijo en un país donde se vacuna masivamente, es menos probable, pero no imposible, que éste se contagie. Sin embargo, si esta decisión comienza a masificarse, entonces la probabilidad de enfermarse aumenta y esto se transforma en un problema epidemiológico, vale decir, en una preocupación social.

La riesgosa tendencia de no vacunar a los hijos Salud Pública

En Chile, por ejemplo, hoy no hay casos de sarampión. Pero si las mamás empiezan a optar por no vacunar, esto se puede revertir, detectarse brotes y casos graves, advierte la especialista.

Ahora bien, el peligro de no vacunarse depende también de qué tan susceptibles estén los niños a los distintos virus y bacterias presentes en el ambiente.

Los pequeños que corren más riesgos son los prematuros, porque el mayor paso de anticuerpos de la madre al hijo ocurre durante el tercer trimestre del embarazo, por lo que mientras antes hayan nacido más indefensos estarán frente al entorno.

También están expuestos los menores con inmunodeficiencias congénitas, ya que ellos incluso cuando han sido vacunados corren el riesgo de enfermarse. Por lo tanto, si no lo han sido, el peligro es mucho mayor.

Lo mismo ocurre con los pequeños con Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), y también con los niños con enfermedades como leucemia y linfoma.

Con todos estos puntos en contra, ¿por qué una madre decide no vacunar a su hijo? La doctora Endeiza explica que estas son tendencias mundiales que se sustentan en el temor a los efectos secundarios y que son difundidas especialmente a través de Internet. Sin embargo, esto tiene un gran problema y es que en la red no hay filtros, por lo que fácilmente pueden exagerarse las consecuencias de la vacunación, dice.

Junto con recalcar que la buena nutrición y la lactancia no suplen las vacunas, admite que sí puede haber efectos secundarios muy puntuales y que los padres deben preguntar a los pediatras.

Por ejemplo, la vacuna DPT está contraindicada en niños con problemas neurológicos en evolución y en algunos casos puede causar convulsiones febriles. Asimismo, pueden producirse alergias a alguno de los componentes que sirven de solventes o base para la preparación de las vacunas, como el huevo.

Todos estos son casos estudiados por lo que no debieran fomentar la no vacunación. Ahora, si pese a todo, una madre opta por no hacerlo, entonces debe estar especialmente atenta a si su hijo tiene fiebre, empieza a tener dificultades al respirar, no quiere tomar pecho o está irritable, para llevarlo rápidamente al doctor.

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Categoría: Salud Pública.




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